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Un caza F-35, de las fuerzas aéreas italianas

Un caza F-35, de las fuerzas aéreas italianasEdouard Bocquet / SHAPE NATO

Cazas, muros, y una mejora «radical» de la defensa: el este de la OTAN se blinda contra Rusia

Las tensiones entre Moscú y la Alianza Transatlántica empujan a Hungría, Polonia, Grecia, y a Turquía a mejorar sus capacidades de defensa fronteriza

La guerra de Ucrania dominó los diálogos de la cumbre de la OTAN, en Madrid. Con la adhesión de Suecia y Finlandia, el bloque ha duplicado sus fronteras con Rusia, amenaza que Moscú se ha tomado tan mal como era de esperar; su presidente, Vladimir Putin, prometió responder si la alianza colocaba bases junto a su territorio.

Las decisiones tomadas durante la cumbre, ya sea respecto a los países escandinavos, o sobre las nuevas sanciones a Rusia, no han hecho más que avivar tensiones con el país de la antigua Unión Soviética. A pocas horas de culminar la cumbre, un misil ruso se precipitó sobre un edificio de apartamentos cerca de Odesa, y mató a 17 personas.

En vista de la agresión de Rusia, y por miedo a que las cosas se compliquen, los países del flanco este de la OTAN empiezan a incrementar sus capacidades de defensa.

«Modernización radical» de Hungría

Durante una entrevista con un canal de radio local, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, consideró urgente una modernización del programa de defensa húngaro.

«Debemos incrementar nuestras capacidades de defensa de forma radical. Tenemos que calentar los motores, y acelerar el programa de desarrollo y defensa», urgió el líder húngaro. Agregó, además, que el interés de Hungría es que la guerra en Ucrania, con quién comparte varios kilómetros de frontera, acabe cuanto antes.

Orban habló de ciertas «realidades militares» en Ucrania: aunque el frente militar aún está lejos de Hungría, el país vecino pierde a muchos soldados a diario, y existe un temor de que la situación escale. Sobre todo, si la OTAN sigue ejerciendo presión.

«No necesitamos más sanciones, si no un alto el fuego inmediato y diálogos de paz», recomendó el primer ministro de Hungría.

20 F-35 Lockheed Martin para Grecia

Mientras que Viktor Orban pide la modernización radical de su programa de defensa, Grecia se pone manos a la obra. A poco de terminar la cumbre de la OTAN, Atenas formalizó una solicitud para comprar 20 cazas F-35, marca Lockheed Martin. Y eso no es todo; el primer ministro griego, Kyriakos Mytsotakis, anunció que pretendía comprar una segunda remesa de estos aviones.

Un caza Lockheed Martin F-35 Lightning II Joint Strike Fighter, como los que pretende adquirir Grecia

Un caza Lockheed Martin F-35 Lightning II Joint Strike Fighter, como los que pretende adquirir GreciaTwitter / @DefenceDesk1

«Nuestra intención es adquirir un escuadrón de F-35, con la posibilidad de comprar más en el futuro. Parte del proceso ha sido mandar esta solicitud», explicó el griego tras la cumbre de la OTAN, según informa la agencia Reuters.

Las tensiones con Turquía, y por supuesto, el frágil equilibrio mundial por la guerra en Ucrania, han empujado a Grecia a fortalecer sus defensas.

40 F-16 Lockheed Martin para Turquía

También Turquía comprará un escuadrón de cazas, en este caso, 40 F-16 Lockheed Martin. Ese ha sido el premio de Estados Unidos al presidente Recep Tayipp Erdogan quien, justo antes de la cumbre en Madrid, retiró el veto de ingreso a Suecia y Finlandia.

Estambul también quiere comprar 80 kits de modernización estadounidenses, para mejorar las capacidades defensivas con las que ya cuenta.

Un muro entre Polonia y Bielorrusia

De vuelta de Madrid, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunció con orgullo la finalización de la construcción del muro entre Polonia y Bielorrusia. Se trata de una valla de 5 metros de altura, y 186 kilómetros de largo.

Tras el susto de la crisis migratoria en la frontera, Polonia no se fía de su vecino, aliado de Rusia en la guerra de Ucrania.

Desde la ciudad fronteriza de Kuznica, el primer ministro de Polonia describió la crisis migratoria de finales del 2021 como «la primera señal de esta guerra», y «un ataque de Aleksander Lukashenko a la frontera polaca».

La construcción del muro, que contiene 49 toneladas de acero, duró cinco meses, pero hoy «el trabajo ha llegado a su fin», publicó a través de Twitter la Guardia Fronteriza de Polonia.

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