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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras aterrizar en Israel

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras aterrizar en IsraelAFP

Los palestinos pierden la esperanza tras la visita de Joe Biden a Israel y Cisjordania

El presidente estadounidense no dejó ninguna indicación de que la situación del pueblo palestino tenga algún lugar en la agenda de su administración

La reciente visita a Israel y a la Cisjordania ocupada del presidente estadounidense Joe Biden, que se declaró «sionista», desilusionó a muchos palestinos, que critican la falta de acción de su administración para resolver el conflicto israelopalestino.

«Es como en los años de Trump, pero con una sonrisa», dijo a la AFP un funcionario palestino que pidió el anonimato, en referencia a las posiciones proisraelíes del expresidente estadounidense.

Trump había reconocido la disputada ciudad de Jerusalén como capital de Israel y trasladó allí la embajada de Estados Unidos, una decisión considerada una afrenta en el lado palestino, y que Biden no rectificó.

Pocos esperaban que el presidente de 79 años reactivara el proceso de paz, estancado desde 2014.

Sin embargo, algunos funcionarios palestinos creían que Biden cumpliría su promesa de campaña anunciando la reapertura del consulado estadounidense para los palestinos en Jerusalén Este, cerrado por la administración Trump en 2019.

Los palestinos quieren convertir la parte oriental de Jerusalén, ocupada desde 1967 y anexionada en 1980 por Israel, en la capital del Estado al que aspiran.

«Estímulo»

El anuncio de la reapertura del consulado podría haber sido un «estímulo» para reanudar las conversaciones de paz, dijo otro funcionario palestino, que no quiso identificarse.

Es cierto que Biden reiteró su apoyo a la «solución de dos Estados», es decir, la de un Estado palestino viable junto a Israel.

Y en una rueda de prensa junto al presidente palestino, Mahmud Abas, en la ciudad cisjordana de Belén, dijo que debe haber «un horizonte político para el pueblo palestino».

«Nunca dejaremos de trabajar por la paz», añadió y abogó por un «Estado palestino independiente» con «continuidad territorial».

Sin embargo, aseguró que actualmente no se dan las condiciones para relanzar el proceso de paz israelopalestino.

Tampoco propuso ningún plan de fondo sobre la cuestión de la ocupación israelí, y no se pronunció sobre la expansión de las colonias judías en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.

Biden se limitó a reunirse con los líderes de ambos bandos, anunciando ayuda financiera a los palestinos y un proyecto de despliegue de la red 4G en Cisjordania y en la Franja de Gaza, otro territorio palestino, dirigido por los islamistas de Hamás y sometido al bloqueo israelí.

«Migajas»

Nada más llegar a Israel, Joe Biden declaró que «no hay que ser judío para ser sionista», una frase poco común en boca de un dirigente estadounidense, a pesar del apoyo activo de Estados Unidos a Israel desde su creación en 1948.

«Llega a Israel y se llama a sí mismo sionista, luego viene a Palestina y se niega a hablar de las cuestiones fundamentales del conflicto», dijo uno de los dos funcionarios palestinos entrevistados por la AFP.

El domingo, el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, denunció la inacción estadounidense.

«Si, como dijo el presidente de Estados Unidos, la solución [de dos Estados] está actualmente fuera de alcance, entonces debe haber una congelación inmediata de la construcción de colonias, de acuerdo con el derecho y las resoluciones internacionales para preservar el derecho del pueblo palestino a su Estado independiente», afirmó.

Para Tahani Mustafa, analista del International Crisis Group (ICG), la visita de Joe Biden «no dejó ninguna indicación de que la situación del pueblo palestino tenga algún lugar en la agenda de su administración».

«Como siempre, solo nos quedan las migajas», dijo el viernes a la AFP Isa Abu Ayash, un palestino de Belén, mientras veía las imágenes de televisión de la comitiva presidencial que se dirigía al aeropuerto.

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