Mercosur prohíbe hablar a Volodímir Zelenski en la Cumbre de presidentes

Si la memoria no falla, es la primera vez que le sucede a Volodímir Zelenski. Hasta ahora, cuando lo había solicitado, ningún país o bloque le había negado el micrófono o, en rigor, la conexión por videoconferencia. Pero, para sorpresa de muchos, el rechazo se ha producido y llegó de un lugar imprevisto: Mercosur.

El Mercado Común Suramericano, que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, no logró el «consenso» obligatorio para dar voz al presidente de Ucrania, en la cumbre de Asunción que se inauguró ayer con la reunión de Cancilleres y se cerrará hoy con los jefes de Estado.

Las especulaciones se multiplican, pero la que gana enteros en estos tiempos de crisis en ambos hemisferios es que, por primera vez y sin que sirva de precedente, Argentina y Brasil habrían estado de acuerdo en cerrar esa ventana o altavoz en Sudamérica a Zelenski.

¿Quién ha sido?

Los indicios que llevan a pensar que los dos grandes del bloque estarían detrás de ponerle la proa al presidente de Ucrania son, ironías de la historia, los mismos para ambos.

Jair Bolsonaro y Alberto Fernández fueron los únicos presidentes que se animaron a visitar a Putin cuando el mundo había encendido todas las luces de alarma ante una invasión que daba por segura. Lo hacían los servicios de Inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido, por un lado, y sus gobiernos y los de los 17 países miembros de la Unión Europea, por otro.

Raúl Cano, viceministro de relaciones Económicas e Integración de Paraguay, confirmó en rueda de prensa la noticia: «No hubo acuerdo, ni consenso. Se le comunicó al embajador de Ucrania en Argentina concurrente en Paraguay». «El propio canciller –añadió– hizo la comunicación».

No se cuál fue el Estado que no estuvo de acuerdo, pero tampoco podemos divulgar el que no dio su anuenciaRaúl CanoViceministro de relaciones Económicas e Integración de Paraguay

Interrogado por los países que le dieron el, 'no' a Ucrania, Cano, en paralelo Coordinador Nacional de Paraguay de esta XL Cumbre, respondió con diplomacia: «No se cuál fue el Estado que no estuvo de acuerdo», pero «tampoco podemos divulgar el que no dio su anuencia».

Zelenski, en su cuenta de Twitter, donde únicamente sigue a su mujer, Olona (lo mismo hace ella), había deslizado hace unas semanas que estaba estrechando «lazos con una región importante: América Latina».

El presidente de Ucrania se puso personalmente en contacto con su homólogo de Paraguay, Mario Abdo Benítez, para solicitar esa intervención que le han negado de forma anónima alguno o algunos, de los miembros del bloque sudamericano que, desde su fundación, parece que nunca atraviesa su mejor momento.

Estos días vuelve a ponerse sobre el tapete de la discusión la decisión adoptada por el presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle Pou, de suscribir un Tratado de Libre Comercio con China.

Los socios, con Argentina a la cabeza, no cesan de recordarle que las reglas del club imponen para ese tipo de negociaciones el mismo consenso que se estableció para darle el portazo a Zelenski.

Mercosur se creó en 1991. Con los años se fueron incorporando, en condición de asociados, otros países como: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.

La escala de Venezuela en Mercosur

Venezuela logró colarse por la puerta de atrás en 2012. Con Hugo Chávez vivo, el Congreso de Paraguay se negaba a dar luz verde al ingreso del país bolivariano al mayor mercado económico de Sudamericano.

El juicio político relámpago al expresidente Fernando Lugo sirvió de coartada al Brasil de Dilma Rousseff, la Argentina de Cristina Fernández y el Uruguay de José –Pepe– Mujica para suspender a Paraguay y dar el visto a la incorporación de Venezuela.

Apenas cinco años le duraría a Venezuela su «sociedad». En 2017, por incumplimiento de la carta democrática, el país sería suspendido y saldría por la misma puerta que había entrado.