Scholz pulveriza las ilusiones políticas y económicas de los alemanes
El canciller elige la prensa escrita para enumerar los sacrificios de los próximos años
En una tribuna publicada ayer por el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el canciller de Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz, avisa a la opinión pública de su país de los duros esfuerzos que tendrá que realizar desde ya para superar la crisis económica, social y geopolítica.
Se acabó el tradicional pacifismo alemán. «El estado de la Bundeswehr [Ejército federal] y de la defensa civil, así como nuestra excesiva dependencia de la energía rusa, demuestran que hemos estado disfrutando de una falsa seguridad desde el final de la Guerra Fría», escribe el sucesor de Angela Merkel.
El Gobierno –dice Scholz–, las empresas, y amplios sectores de la sociedad alemana no dudaron en sacar conclusiones de largo alcance de la frase de un antiguo ministro de defensa alemán de que Alemania sólo estaba rodeada de amigos. Esto era una ilusión.
Amenaza energética. «Si Putin corta el suministro de gas, utiliza la energía como arma, incluso contra nosotros. Ni siquiera la Unión Soviética lo hizo durante la Guerra Fría».
Amenaza geopolítica. «Si no contrarrestamos la agresión de Putin ahora, podría ir más allá. Ya lo hemos visto: entró en Georgia en 2008, se anexionó Crimea en 2014, luego atacó el este de Ucrania y finalmente, en febrero de este año, extendió la guerra contra todo el país. Dejar libre a Putin significaría que la violencia puede infringir la ley sin apenas consecuencias. Al final, nuestra libertad y seguridad también se verían amenazadas».
Inevitables sacrificios. Scholz, a diferencia de Pedro Sánchez, admite abiertamente que se avecina un choque económico de gran calado, con consecuencias directas en la vida diaria de los ciudadanos de a pie: ahorro de energía, subidón imparable de la lista de la compra o de la calefacción y la luz. El canciller insta a los alemanes a que tendrán que aceptarlo, porque está en juego su seguridad a medio y largo plazo. Si bien intenta paliarlo con una ayuda financiera excepcional de 30.000 millones de euros.
Una Alemania más segura, una Europa más soberana. Estos sacrificios están encaminados, en opinión de Scholz, a «hacer que Alemania sea más segura y resistente, que la Unión Europea sea más soberana y que el orden internacional esté más preparado para el futuro». El canciller admite que «No es un camino fácil, ni siquiera para un país tan fuerte y próspero como Alemania».
Apoyo incondicional a Ucrania…«durante todo el tiempo que sea necesario desde el punto de vista económico, humano y financiero, y mediante la entrega de armas», escribe, en la senda del histórico discurso que pronunció ante el Bundestag el pasado 27 de febrero,
A continuación, agrega que ninguna de las sanciones decretadas hasta ahora –ya son seis tandas– «se levantará con una paz de ganadores dictada por Rusia», advirtiendo, de paso, a Moscú que «no hay forma de evitar un acuerdo con Ucrania que pueda ser aceptado por el pueblo ucraniano». Surge, sin embargo, una duda: ¿apoyarán los aliados un acuerdo, ratificado por los ucranianos, que sellase cesiones territoriales?
Objetivos de Putin. «Quiere dividir nuestro continente en zonas de influencia, grandes potencias y estados vasallos. Sabemos los desastres que hemos sufrido los europeos en el pasado». Por lo tanto, no quedaría más remedio que preparar a los Europeos a aceptar las candidaturas a la adhesión de Ucrania y Moldavia, así como acelerar las de los países balcánicos. Supone eso sacrificios financieros.