189 días de guerra en Ucrania
El manual de resistencia desarrollado por EE.UU. muestra su eficacia frente a Rusia en manos de Ucrania
El Ejército ucraniano ha logrado hacer frente al ruso a pesar de ser muy inferior en personal y material mediante técnicas de resistencia desarrolladas por EE.UU.
Acciones partisanas en la retaguardia, abundantes armas antitanque y antiaéreas ligeras, acciones de desobediencia civil, intensa labor propagandística para controlar el relato…
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Ucrania está empleando frente a Rusia con una gran eficacia el manual de resistencia desarrollado por Estados Unidos para que un país pequeño pueda enfrentarse y derrotar a otro mucho más poderoso.
Este manual, oficialmente el Concepto Operativo de la Resistencia (ROC, por sus siglas en inglés), se desarrolló en 2013 a raíz de la conquista relámpago y ocupación por parte de Rusia del territorio de Georgia en 2008, y se actualizó con las lecciones aprendidas en 2014 con la ocupación rusa de Crimea.
Estados Unidos aprendió también de los errores propios, e incluyó lecciones obtenidas en Afganistán e Irak, donde su Ejército tuvo que hacer frente a intensas y efectivas campañas de resistencia.
Prueba de fuego
Sin embargo, la gran prueba de fuego para el Concepto Operativo de la Resistencia está siendo la guerra de Ucrania, donde se ha encontrado un contexto perfecto para su puesta en marcha.
Según la CNN, la guerra de Putin contra Ucrania, en curso desde el 24 de febrero, es «su campo de pruebas».
La prueba del éxito de la puesta en práctica de este manual de resistencia es que, seis meses después de la entrada del poderoso ejército ruso dentro de las fronteras ucranianas, el Ejército ucraniano sigue presentando batalla al ruso.
Incluso puede emprender contraofensivas exitosas, destruir objetivos enemigos en acciones audaces y forzar al ejército invasor a replegarse de forma parcial a pesar de contar con un número muy inferior de soldados y armamento.
Algunos éxitos se han visto en Crimea, con el ataque contra varias bases militares rusas; en Jersón, con la destrucción de líneas de suministros; o en el mar Negro con el hundimiento de buques de guerra, como el Moskva, o la reconquista de la estratégica isla de las Serpientes.
El ROC es fruto de una concepción heterodoxa de la defensa en la que se trata de sacar el máximo partido posible a las capacidades militares disponibles aplicadas con un sentido realista de cara a los objetivos que se trata de conseguir.
En el caso ucranio, es paradigmático el empleo de los sistemas Javalin y NLAW al principio de la guerra que permitió a una fuerza mucho menor, la ucraniana, repeler la ofensiva rusa.
Otro principio del plan aplicado con éxito por parte de Ucrania es la involucración de la población civil en la resistencia mediante actos de desobediencia civil y su implicación en labores partisanas.
Los ataques en la retaguardia rusa, incluso muy lejos del radio de acción de la artillería ucraniana, evidencian una implicación de la población civil atrapada en los territorios ocupados en las actividades partisanas.
No sólo como voluntarios dispuestos a participar de forma directa en los actos de sabotaje, sino como elementos de inteligencia transmitiendo información sobre posibles objetivos.
Acciones de sabotaje
El objetivo de estas acciones partisanas es impedir a las administraciones impuestas por Rusia toda acción de gobierno.
Los actos de sabotaje no se limitan únicamente a las acciones espectaculares de destrucción de bases militares, depósitos de combustible o almacenes de armas.
Entre los ciudadanos ucranianos bajo ocupación se han generalizado pequeñas acciones de sabotaje como introducir químicos en los tanques de gasolina de los vehículos enemigos o el boicot de eventos públicos.
En ese sentido, el grueso de las acciones de resistencia en los territorios ocupados es de tipo propagandístico con la intención de contrarrestar el proceso puesto en marcha por el Kremlin de rusificación de la Ucrania ocupada por Moscú.
Las redes sociales, ampliamente difundidas en la población, están desempeñando un rol central en esa tarea.
Tanto el personal civil como el militar ucraniano desarrollan una frenética actividad en redes sociales mediante la difusión de vídeos entre la población de acciones militares contra las tropas rusas.
También de vídeos de soldados ucranianos en situaciones distendidas que humanizan al Ejército ucraniano frente a una demonización del ruso.
Se exprimen también los errores, numerosos y en ocasiones muy burdos, en los que caen los rusos con la difusión en los perfiles de blogueros de la órbita del Kremlin de vídeos grabados por los mismos soldados cometiendo crímenes de guerra.
Hace unos días, sin ir más lejos, un mercenario ruso se grabó dando un discurso a un grupo de leales rezumante de odio en el que pedía la aniquilación de todos aquellos que albergaran un sentimiento nacional ucraniano.
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Un mercenario ruso presume de sus crímenes con la calavera de un soldado ucraniano: «Haremos una copa»
Lo más macabro del vídeo es que, durante todo el discurso, sostenía en la mano una calavera que, aseguraba, perteneció a un soldado ucraniano al que asesinó él mismo.
Vídeos de este tipo son rescatados por los ucranianos y difundidos ampliamente para subrayar la crueldad de los rusos frente a la humanidad de los ucranianos que, por el contrario, se graban ayudando a civiles y en escenas familiares que resaltan su humanidad.