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El ex primer ministro Boris JohnsonNeil Hall / EFE

Reino Unido

El manual de resistencia de Boris Johnson: amenaza con volver

El manual de resistencia del ex premier, en versión británica, se haría efectivo en las próximas horas. Johnson es el candidato con mayor respaldo, un dato que le anima a levantar la mano y decir a los suyos: aquí estoy, quiero volver

Si The Times no se equivoca y es raro que suceda cuando publica asuntos que afectan al Partido Conservador, Boris Johnson se dispondría a apuntarse a la carrera para recuperar la plaza perdida del 10 de Downing Street.

El manual de resistencia del ex premier, en versión británica, se haría efectivo en las próximas horas. Johnson, según los últimos sondeos entre los conservadores, es el candidato con mayor respaldo, un dato que le anima a levantar la mano y decir a los suyos: aquí estoy, quiero volver.

Ellos, los diputados sin Cartera en el gobierno, fueron los que le enseñaron la puerta de salida de la vivienda que no quería abandonar por voluntad propia y en ellos recae la responsabilidad de repetir, contra reloj, el farragoso proceso de elección del sustituto de su ex ministra de Asuntos Exteriores y efímera primera ministra, Liz Truss.

Según The Times, Johnson interpreta esta crisis como una cuestión de Estado. Está convencido, como en su día Pedro Sánchez, de que su regreso al poder es posible y el camino más corto para recuperar la estabilidad y la confianza en Reino Unido lleva su nombre impreso.

Pascal Lamy, exdirector general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) lo definió hace años: «Lo único en lo que cree Boris Johnson, es en Boris Johnson».

En apenas 6 semanas Johnson ha sido testigo de cargo del derrumbe de la libra como consecuencia de una política fiscal errónea de su protegida; desde la retaguardia ha visto cómo su sucesora sacrificaba a Kwasi Kwarteng, su ministro estrella de Hacienda, para intentar sostenerse en el poder y tumbado en una de las playas de República Dominicana, Boris, un zorro, observó cómo la reputación de los tories quedaba hecha añicos. Dicho de otro modo, cómo su favorita terminaba la tarea de tierra quemada que él había empezado.

Su Gobierno fue una sucesión de escándalos y sus decisiones, el principio de una crisis que se eterniza. Basta recordar, sus manipulaciones del Brexit; su falta de palabra y traición a los acuerdos con la Unión Europea o el caldo de cultivo que dejó para que resucitaran las demandas separatistas en Escocia, Eso, por no hablar de los parties o botellones en Downing Street mientras la reina Isabel II y el Reino Unido lloraban la muerte del duque de Edimburgo.

Volver al 10 es una meta que Alexander Boris de Peffel Johnson, su nombre completo, no descartó y así lo hizo saber después de que se despidiera en la Cámara de los Comunes con la frase estrella de Terminator 2: «Hasta la vista, baby».

Hoy o en las próximas horas, si The Times acierta, el ex premier intentará rodar otra película de poder y gloria (la suya). La quiere de larga duración, con él de protagonista y en las localizaciones de Downing Street.