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El primer ministro británico, Rishi Sunak, durante una intervención en la Cámara de los ComunesAFP

Rishi Sunak no cede frente a Escocia y les niega el referéndum: «Ahora debemos trabajar juntos»

Escocia acusa a Londres de «negar su democracia» y amenaza con celebrar el referéndum igualmente en las próximas elecciones generales

El Supremo británico ha hablado: Escocia no podrá celebrar su referéndum independentista sin la autorización del Gobierno británico. La decisión trunca los planes de Nicola Sturgeon, líder del partido nacionalista escocés.

La ministra principal Sturgeon, a efectos prácticos primera ministra de Escocia, pretendía someter a voto la independencia de la región el próximo 19 de octubre de 2023. Sin embargo, el Supremo falló a favor de Westminster, y negó a Escocia la capacidad de decidir si llevar a cabo un referéndum.

Lord Reed, presidente del Tribunal, afirmó que las leyes que crearon el parlamento escocés en 1999 no le concedían la potestad de legislar sobre la unión entre Escocia e Inglaterra. Esa decisión pertenece única y exclusivamente al Gobierno central de Londres.

Y, como es de esperar, Westminster ha adoptado una posición unionista, que niega a Sturgeon la autorización para celebrar el voto. Durante la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes, el primer ministro Rishi Sunak manifestó su regocijo respecto al «veredicto claro, y final» de Lord Reed.

Según declaraciones del Número 10 de Downing Street, el premier «quiere evitar» un referéndum de independencia escocesa durante su Gobierno. Estaría dispuesto a negarle otro voto a Escocia, si vuelven a pedirlo más adelante, por respeto no solo a la decisión del Supremo, si no al referéndum que se celebró en 2014.

Cuando, hace ocho años, los escoceses se enfrentaron oficialmente a la pregunta: «¿Debería ser Escocia un país independiente?», un 55 % respondió que no. Se trató, según la secretaria de prensa de Sunak, del «referéndum de su generación. No sucedió hace mucho, y su resultado debería respetarse».

Con las decisiones tanto del Supremo como de Westminster ya tomadas, Sunak «no tiene intención» de dialogar con los líderes parlamentarios escoceses, ni tiene «planes inmediatos» de visitar Escocia. Según él mismo afirmó, el parlamento escocés «es uno de los parlamentos delegados más poderosos del mundo», y por lo tanto, ahora su única prioridad debe «trabajar junto» a los políticos británicos para brindarle a la región el mejor liderazgo posible.

Escocia y su 'Plan B'

Nicola Sturgeon y su Partido Nacionalista Escocés (SNP) recibieron la noticia con desagrado y desafío. A través de su cuenta de Twitter, la independentista negó la legitimidad del veredicto del Supremo.

«La Corte Suprema de Reino Unido no crea leyes, solo las interpreta. Una ley que impide a Escocia decidir sobre su propio futuro sin el consentimiento de Westminster revela que la alianza voluntaria británica no es más que un mito, y hace la independencia más necesaria. A Escocia no se le negará la democracia», sentenció Sturgeon.

Su aliado Ian Blackford, líder del SNP en la Cámara de los Comunes, apoyó su posición y agregó que ahora «está en juego la democracia» de la unión británica. Lúgubre, afirmó que la idea del Reino Unido «como una asociación voluntaria» estaba muerta, y acusó a Rishi Sunak de negarle a Escocia su democracia.

De esta manera, los líderes del SNP dan inicio a su ‘Plan B’: considerar las próximas elecciones generales, previstas para 2025, como un referéndum de facto. «Debemos encontrar otra via democrática y legal para que el pueblo de Escocia exprese su voluntad», afirmó Sturgeon.

En Escocia, el partido independentista es líder total: recibió un 45 % del voto en las últimas elecciones, ocupa un 81 % de los escaños escoceses en la Cámara de los Comunes, y 48 de los 59 escaños del parlamento escocés.

Tras conocerse la decisión del Supremo, Nicola Sturgeon declaró que, aunque el referéndum habría sido su opción predilecta, la ausencia de un acuerdo empujaría al SNP a considerar los comicios de 2025 una votación por o en contra de la independencia, para demostrar que una mayoría de los habitantes de la región apoya la secesión.

Pero Westminster también ha bloqueado esta posibilidad, y la portavoz de Rishi Sunak explicó que su Gobierno no reconocería esa votación. «La decisión del Supremo ha sido clara».

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