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Keir Starmer, líder del Partido Laborista del Reino Unido, camina junto a su mujer Victoria en medio de partidarios

Keir Starmer, líder del Partido Laborista del Reino Unido, camina junto a su mujer Victoria en medio de partidariostwitter.com

Así serían unas elecciones adelantadas en Reino Unido: victoria aplastante de la izquierda y del independentismo

Si se celebran ahora las elecciones generales previstas para enero de 2025, el Partido Conservador podría perder 360 escaños y cederle Westminster a los Laboristas

La dimisión de Liz Truss fue el último de una larga lista de reveses para el Partido Conservador. Desde los escándalos personales de Boris Johnson, hasta la gestión del Brexit, la derecha británica se enfrenta al descontento del público y a sus exigencias, cada vez más fuertes, de que se celebren elecciones generales.

Porque mientras los tories tropezaban y se tambaleaban, el Partido Laborista, los Demócratas Liberales, y el Partido Nacionalista Escocés (SNP) han ido calentando motores.

Unos comicios a día de hoy darían una holgada victoria a la izquierda de Sir Keir Starmer, y una amplia ventaja a los independentistas de Escocia, de cara al referéndum que quieren celebrar en octubre de 2023.

Cuando Boris Johnson abandonó el puesto entre abucheos y críticas, el pasado julio, los tories se afanaron por organizar unas elecciones internas en las que apenas votó un 0.20% del país (los 172.437 miembros del Partido Conservador) y que duraron dos largos meses. Pero en esta ocasión, el proceso interno de liderazgo sucederá aún más deprisa, y el bloque reemplazará a Liz Truss en solo una semana. Únicamente votarán los 358 parlamentarios del partido.

La idea no ha sido bien recibida. Tras los fracasos de Truss, que ha provocado el hundimiento de la libra y una crisis económica en tiempo récord, el país no se fía del juicio de los Conservadores a la hora de elegir un nuevo líder.

La agencia de sondeos YouGov no perdió el tiempo y, horas después del anuncio de Truss, recogió la respuesta del pueblo británico a una simple pregunta: ¿deberían celebrarse elecciones generales inmediatamente? Una mayoría aplastante del 63 % respondió que sí, tendrían que adelantarse los comicios, actualmente previstos para enero de 2025. Un 23 % se negó, y un 15 % se mostró ambivalente.

[Los Conservadores] se están pasando el puesto de primer ministro entre ellos como una patata calienteRachel ReevesCanciller de Hacienda laborista en la sombra

«Reino Unido no puede permitirse otro experimento a la cabeza del Partido Conservador», señaló el líder de la oposición, Sir Keir Starmer, mientras que la canciller de Hacienda en la sombra, la Laborista Rachel Reeves, denunció que los tories «se están pasando el puesto de primer ministro entre ellos como una patata caliente».

«Necesitamos unas elecciones generales para darle una oportunidad a un nuevo Gobierno elegido por los británicos. Los Conservadores no están aportando al país la estabilidad y liderazgo que tan desesperadamente necesita», agregó Reeves.

Hipotéticas elecciones generales

No es de extrañar que sean los Laboristas quienes más insisten en que vote todo Reino Unido, porque las encuestas actuales auguran una aplastante victoria de la izquierda en esas hipotéticas (pero posibles) elecciones generales.

La agencia de sondeos PeoplePolling, perteneciente al Consejo de Encuestas Británico, auguró un 53 % de apoyo al Partido Laborista, contra el magro 14 % que votaría por el Partido Conservador. Los Demócratas Liberales se harían con un 11 % del voto, y el SNP de los independentistas escoceses, con un 5 %. Prácticamente toda Escocia elegiría al partido nacionalista de Nicola Sturgeon.

La gran diferencia la marcaría el voto rural. Según YouGov, los tories han perdido 15 puntos entre la población rústica, y ahora apenas cosecharían un 28 % del apoyo fuera de las ciudades. Los laboristas, sin embargo, han subido hasta el 41%.

Esas elecciones generales resultarían en el Westminster más izquierdista de la última década. El Partido Laborista contaría con 523 escaños, los Demócratas Liberales con 57, y los Nacionalistas Escoceses, con 41. En el peor de los casos, los Conservadores terminarían con cinco escaños: la jugada les habría costado 360 parlamentarios.

Por suerte para la derecha británica, de momento no parece que la normativa vaya a cambiar. Se celebrarán elecciones internas, igual que cuando Boris Johnson dimitió. Pero el descontento crece tanto dentro de Westminster como en las calles, y enero de 2025 ya se avista en el horizonte.

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