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Una valla publicitaria invita a votar en las elecciones legislativas de Túnez

Una valla publicitaria invita a votar en las elecciones legislativas de TúnezFethi Belaid / AFP

Elecciones en Túnez

Historia de un boicot anunciado: elecciones en Túnez

No es probable que estas elecciones resuelvan la crisis política mientas no se construya un marco para el diálogo entre la oposición y el campo presidencial que luchan por el poder

Este 17 de diciembre de 2022 se celebran elecciones parlamentarias en Túnez para elegir a los 161 miembros de la Asamblea de Representantes del Pueblo, como llaman allí a la cámara baja del Parlamento.

Las últimas elecciones legislativas tuvieron lugar en octubre de 2019, pero no completó los cinco años porque el presidente Kais Saied disolvió el Parlamento en marzo de 2022. En diez años, Túnez ha tenido nueve gobiernos, antes de la crisis institucional de 2021-2022.

Las elecciones legislativas y presidenciales del país magrebí, hace tres años, supusieron la constitución de un parlamento fraccionado, tanto entre islamistas como entre reformistas, y la elección de un jurista y profesor ajeno a la clase política, Kais Saied, como jefe del Estado. Su candidatura obtuvo incluso, en la última vuelta, el apoyo del partido musulmán Ennahda, cuyo candidato quedó en tercer lugar en la primera ronda.

El islamismo se modera

Ennahda abandonó la definición de islamista y se auto titula ahora como «musulmán demócrata». Ese partido, el más poderoso, se alió en las elecciones de 2014 con el partido Nida Tunes, liderado por Beyi Caid Essebsi, que era hostil al nuevo régimen parlamentario contemplado en la Constitución de 2014 y quiso retornar al modelo presidencialista, como en tiempos de Ben Ali de quien fue ministro.

Como presidente, Essebsi presentó un proyecto de amnistía que encontró fuertes resistencias en movimientos como «Manish Mssamah» («yo no perdono»). Aunque la ley se aprobó, el apoyo le costó a Ennahda casi dos tercios de su base electoral, bajando de más de millón y medio de votantes en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente en 2011 a poco más de medio millón de votos en las legislativas de 2019. Aún así, por la dispersión del voto, Ennahda se mantuvo como primera fuerza, seguida por el secularista Corazón de Túnez, los socialistas de la Corriente Democrática y los islamistas radicales de la Coalición por la Dignidad, además de muchos otros partidos minúsculos.

Kais Saied, gran vencedor de las elecciones presidenciales, obtuvo más de 2,77 millones de votos de los siete millones de tunecinos censados; casi el doble que su predecesor, el difunto Essebsi. Con el 72,71 % de los sufragios, venció por abrumadora mayoría a su adversario en la segunda vuelta, Nabil Karui, que se llevó el 27,29 %.

El proyecto del presidente Saied

El profesor Saied ha lanzado un mensaje populista. El pasado verano sacó adelante una nueva Constitución que incrementa los poderes del presidente, él, y reduce los del Parlamento, los otros.

El referéndum fue boicoteado por la oposición como también lo serán las elecciones legislativas de este sábado. El Frente de Salvación Nacional, compuesto por Ennahda, Corazón de Túnez, Coalición por la Dignidad, Partido del Movimiento Al Amal (la esperanza), anunció su repulsa el 7 de septiembre.

La Coordinación de partidos socialdemócratas, que agrupa a Corriente Democrática, Partido de los Trabajadores, Partido Republicano, Ettakatol, Polo Democrático Modernista; declaró el boicot el 19 de septiembre. La causa de este rechazo es que Saied pretende reducir el poder de los partidos políticos, mientras arenga a sus partidarios con frases como: «Vamos a tener una democracia real, no una formal», «el pueblo quiere…», los tunecinos «quieren ser actores habituales de la vida política».

Desde el año 2020 se han producido grandes manifestaciones contra la corrupción y frente a la inoperancia de los partidos. El auge del movimiento de protesta se ha traducido en un enfrentamiento entre la Presidencia y el Parlamento.

Según la nueva Constitución aprobada por referéndum el 25 de julio de 2022, Túnez ahora tiene un Parlamento bicameral. La cámara alta, la Asamblea Nacional de Regiones y Distritos (NARD), será elegida en una fecha aún por determinar.

Los miembros de la NARD son designados por consejos regionales elegidos directamente: se empezaría con elecciones de consejos locales en cada delegación, léase provincia, cuyos miembros se elegirían por el sistema uninominal, para estar en deuda con los electores, no con los partidos. Uno de los miembros del consejo, elegido por sorteo, los representaría después en un consejo regional, que elegiría finalmente a sus representantes a nivel nacional. Los diputados de esta Asamblea añadirían a once de ellos como representantes de los tunecinos en el extranjero.

Sobre la cuestión de Israel, Saied declaró: «Túnez debería estar en estado de guerra con el Estado sionista», calificando de traición establecer relaciones aunque, advierte, no se debe confundir «judío» con «sionista».

Kais Saied abraza el compromiso con los derechos adquiridos por la mujer, aunque no interviene en la desigual herencia de ellos y ellas. Es partidario de la pena de muerte y defensor de las libertades y de la Constitución.

Las elecciones

Los órganos electorales tunecinos han admitido a 1.055 candidatos para participar en las elecciones legislativas de este sábado, regidas bajo una polémica ley electoral decretada unilateralmente por el presidente Kais Said y boicoteada por la mayoría política. Dicha norma eliminó la financiación pública de las campañas electorales y dejó este particular a la iniciativa privada.

Del total de aspirantes en esta consulta, sólo 173 son mujeres. Los criterios para presentarse a diputado son: ser mayor de 23 años, que el padre o la madre sean tunecinos y no tener una nacionalidad distinta además de carecer de antecedentes judiciales y residir en la circunscripción en la que se presenta.

El presidente Said reformó en abril la directiva de la ISIE, el órgano de control electivo, y en septiembre decretó una nueva ley electoral para modificar el sistema de voto, que se basará en listas uninominales a dos vueltas –en sustitución a los partidos políticos– mientras el número de escaños pasa de 217 a 161 en la cámara baja.

No es probable que estas elecciones resuelvan la crisis política mientas no se construya un marco para el diálogo entre la oposición y el campo presidencial que luchan por el poder.

Túnez crece poco en economía y tiene una inflación elevada, cercana al 7 %. El dinar se debilita frente al euro: un euro por 3,2 dinares. Está situado en una región inestable. Pero fue el país donde nació la mal llamada Primavera Árabe en 2011 y sus jóvenes participan en tareas sociales voluntarias y tienen a un líder.

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