La exvicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, junto con el ministro qatarí de Trabajo, Ali bin Samikh al-Marri
Qatar amenaza a la UE: «Somos uno de sus principales proveedores de gas»
Las autoridades de Qatar han respondido con indignación a las medidas sancionadoras adoptadas por la Unión Europea por el Qatargate, el caso desvelado la semana pasada sobre sobornos de Qatar y Marruecos a eurodiputados para influir en las decisiones del Parlamento Europeo.
Los principales implicados, la vicepresidenta de la Eurocámara, Eva Kaili, su asesor y novio, Francesco Giorgi, y otros eurodiputados, están detenidos y bajo custodia tras haber recibido sobornos por más de medio millón de euros.
El dinero apareció en bolsas y maletas en casa de los principales acusados. En el piso que compartían Kaili y Giorgi aparecieron 900.000 euros.
Según fuentes consultadas por The Times, los investigadores del caso tienen evidencias de que la red de sobornos se creó con el objetivo de facilitar a Qatar influir en determinadas decisiones del Parlamento Europeo.
En concreto, en la finalidad del soborno era lograr que la Unión Europea liberalizara los visados con Qatar, así como facilitar unas condiciones ventajosas en el acuerdo de aviación que se está negociando con el país árabe.
En Doha, sin embargo, no se han tomado bien esta marcha atrás y, después e haber negado que sobornaran a los eurodiputados, advirtieron que «la decisión de imponer una restricción tan discriminatoria que limita el diálogo y la cooperación en Qatar antes de que finalice el proceso legal afectará negativamente la cooperación en seguridad regional y global, así como las discusiones sobre la energía global».
En ese sentido, los diplomáticos qataríes han asegurado que no se van a quedar de brazos cruzados y recordaron que, en un momento de crisis energética en Europa por la guerra en Ucrania, Qatar es «uno de los principales proveedores de gas natural a Bélgica».
