Sudáfrica cede sus aguas a Putin y Xi Jinping para ejercicios navales conjuntos

El gobierno sudafricano dice ser neutral ante la egresión de Rusia contra Ucrania y por eso rechazó las sanciones occidentales contra los rusos absteniéndose en las votaciones de la ONU.

Los juegos de guerra de nueve días de la armada de Rusia frente a las costas de Sudáfrica, destrozan la supuesta neutralidad promulgada por el presidente Cyril Ramaphosa.

Se espera que dos buques de guerra rusos lleguen a la ciudad portuaria de Durban el próximo mes en unos ejercicios militares que también incluirá embarcaciones de las fuerzas navales de China y cientos de militares en ejercicios de artillería, protección de fuerzas y defensa aérea.

Las maniobras navales ofrecen a Moscú, cada vez más aislado, «una muestra de poder que el presupuesto y la reputación de Sudáfrica no pueden permitirse», dijo a The Times Kobus Marais, portavoz de defensa de la opositora Alianza Democrática.

«Este es simplemente un evento para que Rusia muestre la fuerza de su influencia que no beneficia a nuestra armada que apenas tiene los recursos para completar sus tareas de patrullaje más básicas» señaló Marais, recordando el reciente atraque de un carguero ruso sancionado en la principal base naval de Sudáfrica cerca de Ciudad del Cabo.

El sistema de seguimiento del carguero de nombre Lady R se apagó cuando llegó en la oscuridad de la noche para descargar contenedores y luego volver a cargar.

Sin embargo, no sólo este comprometedor desembarco demuestra la estrecha relación con Rusia. Thandi Modise, la ministra de defensa sudafricana, visitó Moscú en agosto pasado para una conferencia organizada por su homólogo ruso, Sergei Shoigu. Así mismo, el Putin ha sido invitado a Sudáfrica que acogerá en 2023 una reunión de las economías emergentes Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Liubov Abravitova, embajador de Ucrania en Pretoria, exhortó a Sudáfrica a estar «en el lado correcto de la historia» al comienzo del conflicto de once meses y recibió el desprecio por parte del ministro de Relaciones Exteriores sudafricano, Naledi Pandor, quien replicó que el llamamiento del diplomático de mayor rango de Ucrania en África «ciertamente no ayudó a las relaciones».

Sin embargo, Abravitova insistió que «la experiencia de Ucrania debe haber abierto los ojos de los países africanos sobre el enfoque y la ambición de Rusia, sobre sus apetitos y reglas del juego o la ausencia de reglas. Este año, África verá qué tipo de socio puede ser Ucrania».