El primer ministro Boris Johnson dejará Downing Street el 5 de septiembre
Reino Unido
Lo último de Boris Johnson, del botellón al «partysex»
Boris Johnson vuelve a ser protagonista de un escándalo. Y una vez más, es a causa del «Partygate», la seguidilla de fiestas celebradas durante la pandemia.
Las últimas revelaciones descartan cualquier excusa o argumento verosímil de que hubo distanciamiento social durante las celebraciones: invitados a los «parties» del Número 10 de Downing Street tuvieron sexo durante las fiestitas que empiezan a parecer más orgías que una reunión social.
El pasado 16 de abril de 2021, varios de los empleados y ayudantes de Downing Street hicieron unas copas en la emblemática sede del primer ministro. Era la víspera del funeral del Duque de Edimburgo, pero los asistentes a la fiesta no estaban precisamente de luto.
Según reveló el periódico The Times, «algunos de los empleados de Boris Johnson» desaparecieron entre las salas del Número 10, para intimar a escondidas.
Los habitantes de Reino Unido consideraron una falta de respeto que sus políticos se emborrachasen en un entorno laboral, y sobre todo, que se reunieran para beber y bailar mientras el resto del país se sometía a un confinamiento estricto por el coronavirus.
La fiestita de la víspera del funeral de Felipe de Edimburgo se alargó hasta las cuatro de la madrugada.
Varios testigos revelaron a The Times que dos parejas distintas mostraron un comportamiento apasionado e incluso grosero en público.
De la cocina al despacho
Una de ellas «se magreaba» en la cocina de Downing Street. Al cabo de un rato, se metieron en una habitación, de la que salieron más tarde «con aspecto cohibido». La segunda pareja de amantes se fue a esconder discretamente a un despacho «con las luces apagadas».
Escondieron la bebida recién comprada en maletas y la llevaron rodando hasta el 10 de Downing Street
Esa noche de abril fue especialmente escandalosa. Inicialmente, se celebraban dos fiestas distintas en el recinto del Número 10, que terminaron por fusionarse: ambas eran eventos de despedida para antiguos empleados, un fotógrafo y un director de comunicaciones.
Para surtir bien el festejo, algunos de los invitados acudieron a un supermercado cercano para comprar botellas de vino, cerveza, y otros alcoholes. Con la intención de ser discretos, ya que en aquel momento Reino Unido prohibía las fiestas y reuniones sociales, escondieron la bebida recién comprado en maletas y lo llevaron rodando hasta la sede del Gobierno británico.
Aunque Boris Johnson brilló por su ausencia, asistieron alrededor de 30 personas, repartidas entre el jardín de la residencia, y sus salones. Sin embargo, el periódico The Guardian reveló que el antiguo premier se tomó a broma el distanciamiento social durante otra de las fiestas en las que sí estuvo.
Esta es la fiesta menos distanciada de todo Reino UnidoBoris Johnson
«Esta es la fiesta menos distanciada de todo Reino Unido», exclamó jocoso Johnson frente a sus empleados, mientras celebraba una fiesta con alcohol y aperitivo en noviembre de 2020.
El escándalo del «Partygate», que no deja de empeorar a medida que aumentan las revelaciones, minó la reputación de Boris Johnson hasta ponerle contra las cuerdas y forzar su dimisión.
Al fracaso del antiguo premier contribuyó también el escándalo de Chris Pincher, diputado al que acusaron de acoso sexual, y la revelación de que existe una cultura sexual en Westminster y Downing Street.
