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El presidente francés Emmanuel Macron saluda al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Francia y España, tan lejos y tan cerca, acortan distancias con un nuevo tratado

España y Francia como vecinos con intereses en común, tratan de estrechar su relación en temas como la agricultura, el terrorismo, la energía o el transporte

Los Tratados de amistad y cooperación son modelos de compromiso que establecen los Estados para estrechar sus relaciones en un marco de profundización en sus relaciones internacionales.

Suelen responder a un modelo genérico enmarcado en paquetes de negociación que se realizan en bloque para dar así paso a compromisos genéricos que posteriormente serán desarrollados por los diferentes órganos especializados de cada Estado.

En este sentido, España tiene acuerdos similares desde los años setenta con Portugal, Marruecos o Ucrania entre otros, al igual que Francia los tiene con sus vecinos alemanes e italianos, si bien al leer sus textos se puede apreciar que no van más allá de un compromiso de buenas intenciones.

Posiblemente, la respuesta a esta pregunta está relacionada con la situación mundial a nivel económico y geopolítico en la que nos encontramos: una guerra en las puertas de la Unión Europea, problemas energéticos y medioambientales, a lo que se ha de unir un enfriamiento en las relaciones del eje franco-alemán, ha hecho que Francia mire a su vecino del sur como un posible aliado con el que poner en el mapa a los países del sur.

A su vez, España ve un socio con fuerte credibilidad europea con el que poder desarrollar políticas para mejorar sectores estratégicos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, junto a su homólogo español, Pedro SánchezGTRES

De hecho, el modelo de los Tratados de Amistad y Cooperación responde a un esquema genérico en el que se debate la cooperación económica y cultural, las interconexiones energéticas, la defensa, la industria militar , la migración y la juventud.

España y Francia necesitan tener una mejor relación, más allá de la que ya tienen como miembros de la UE

Repasando en concreto los temas que se encuentran en la agenda de negociación que se va a debatir esta semana, está claro que Francia y España necesitan en estos momentos tener una buena relación más allá de la que ya tienen como miembros de la Unión Europea.

En este sentido, está sobre la mesa el corredor del hidrógeno verde H2Med que conectará Barcelona y Marsella, y sobre el que es necesario establecer un plan de trabajo en el que se negocie el calendario y las cuestiones financieras, así como la formación de los equipos de investigación y tecnología que van a realizar la interconexión.

Si bien, estos temas no se abordarán directamente en esta reunión sí que servirá para comenzar a avanzar en el plan de actuación.

La interconexión eléctrica entre Gatika (España) y Cubnezais (Francia), que será la primera interconexión submarina entre España y Francia, y que también se va a abordar en este encuentro, supondría para España la posibilidad de aumentar el nivel de exportaciones de electricidad al resto de Europa.

Transporte ferroviario: Renfe y SNCF

El transporte ferroviario también será otro tema a tratar, ya que los desencuentros entre Renfe y la SNCF han reducido de modo significativo las conexiones entre ambos países en el ámbito del tráfico de pasajeros, especialmente tras la ruptura de la empresa conjunta constituida por ambas compañías.

El reto en este encuentro es reanudar el tráfico ferroviario, especialmente con Lyon y Marsella, en el lado mediterráneo, y con Burdeos y Toulouse en el lado atlántico.

Así mismo es fundamental en la negociación que se autorice a Renfe a circular por territorio francés en las mismas condiciones en que lo viene haciendo la SNCF en España.

El tren inaugural de la primera línea de alta velocidad a Galicia.EFE

Respecto al transporte de mercancías, la rivalidad con Francia en la entrada de productos, especialmente agrícolas desde España, es histórica y parece que por el momento nuestro vecino galo quiere seguir bloqueando el corredor español a favor del eje Marsella- Lyon.

Está claro que un día de reunión de los Ministros de Transporte de ambos países no será suficiente para solucionar los problemas, pero si creará un marco propio al diálogo y al desarrollo de futuros planes de actuación.

Pasos Fronterizos

Otro tema sobre el que ambas delegaciones tendrán que avanzar es en el de los pasos fronterizos entre España y Francia, que es percibido por Francia como un problema relacionado con la inmigración ilegal y el crimen organizado, por lo que ha invocado los artículos 25 y 27 del Código de Fronteras de Schengen para crear fronteras interiores con el territorio español.

​Esta decisión ha dejado aisladas a las poblaciones sitas en zonas pirenaicas, fronterizas que llevan tiempo protestando por esta situación.

​Estos puestos, 37 en total, se cerraron por razones sanitarias causadas por el COVID, y por el momento no se han abierto. Los ministros de Interior tienen en este encuentro mucho de que hablar para encontrar una solución satisfactoria para ambas partes para los ocho puestos fronterizos que aún continúan cerrados.

Fronteras con el norte de África

El control de las fronteras exteriores, especialmente las que limitan con el norte de África, y que atraen inmigración ilegal de habla francesa que, una vez en Europa, se desplazan a Francia, es otro de los temas que deben ser abordados de manera bilateral.

No hay que olvidar que la política migratoria europea avanza muy lentamente debido a los obstáculos interpuestos por algunos países del este, por lo que urge dar respuesta también a esta cuestión.

A nivel social también se plantea un reto importante y en este punto probablemente ambos gobiernos comparten visiones muy próximas que darán buenos frutos.

En este sentido, está prevista la firma de un acuerdo entre el Ministerio de Economía Social y Solidaria francés y el Ministerio de Trabajo y Economía Social español para incrementar la contribución de la economía social al empleo de jóvenes, la igualdad de género, la integración social, el desarrollo territorial y la innovación social.

Por su parte, Francia aprovecha esta coyuntura para seguir manteniendo el liderazgo tanto en el control de la energía (ya que su fuerte producción de energía nuclear hoy está en entredicho), ofreciéndose como corredor para el gas y la electricidad, como a nivel, comercial potenciando sus territorios del sur, especialmente Marsella y Lyon, como centro logístico para dar respuesta a los mercados del norte de África y del centro de Europa.

Las buenas relaciones entre vecinos son siempre bien recibidas y está claro que con este Tratado ambas partes obtendrán resultados ventajosos aunque queda mucho trabajo por delante.

  • Carmen Parra, profesora de Derecho Internacional Público de la Universitat Abat Oliba CEU y directora de la Cátedra UNESCO en Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural (UAO CEU)