Nicaragua
Repudio y solidaridad en Hispanoamérica tras el despojo de la nacionalidad a los opositores de Ortega
El Gobierno de Chile es el que se ha mostrado más contundente en sus críticas contra la represión y la violación de derechos humanos de Ortega
México y Colombia se sumaron a las iniciativas de Chile, Argentina y España de acoger como nacionales de esos países a todos o algunos de los más de 300 opositores nicaragüenses que en los últimos días han sido despojados de su nacionalidad y desterrados de Nicaragua donde gobierna la dictadura de Daniel Ortega.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hizo el ofrecimiento en su habitual rueda de prensa diaria, en la que invitó a resolver la crisis política de Nicaragua mediante el «diálogo», aunque evitó una vez más condenar las arbitrariedades de Ortega, como la retirada de la nacionalidad nicaragüense.
«Asilo, nacionalidad, lo que ellos quieran. La nacionalidad no se puede perder por decreto», dijo López Obrador, tras anunciar que varios de los nicaragüenses desterrados recientemente a Estados Unidos han solicitado «estar en México».
Tercera nacionalidad para Sergio Ramírez
Por su parte, Colombia ofreció la nacionalidad al escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien conversó el martes en Madrid con el ministro colombiano de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán.
El jefe de la diplomacia colombiana habló con Ramírez, quien ya posee nacionalidad española, durante un encuentro al que también asistieron el expresidente del Gobierno de España Felipe González y el ex jefe de Estado colombiano Juan Manuel Santos.
«Ayer, en Madrid, España, interpretando la solidaridad de todo el país y el sentimiento del Presidente Gustavo Petro, ofrecí la nacionalidad colombiana al político, intelectual y escritor nicaragüense Sergio Ramírez (...) Emocionado, Sergio Ramírez la aceptó agradecido. Colombia libre y democrática lo abraza y le da la bienvenida a su segunda patria», señaló la Cancillería colombiana en un breve comunicado divulgado hoy.
Chile, el más crítico con Ortega
El Gobierno que se ha mostrado más contundente en sus críticas contra la represión y la violación de derechos humanos de Ortega fue el de Chile cuyo presidente, Gabriel Boric, ofreció el martes la residencia y nacionalidad a los apátridas nicaragüenses.
«El Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena, según las normas constitucionales y legales que la regulan», indicó la Cancillería chilena en un comunicado.
«El Gobierno de Chile pone a disposición esta alternativa para quienes han sido injustamente expatriados de Nicaragua y voluntariamente decidan tomarla», añadió el comunicado.
Boric llama «dictadura» al régimen de Ortega, a quien ha criticado en diversos escenarios internacionales durante los últimos meses.
«No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. ¡No están solos!», dijo Boric al expresar en Twitter su solidaridad y enviar «un abrazo fraterno a Gioconda (Belli), Sergio (Ramírez), Sofía (Montenegro), Carlos (Fernando Chamorro) y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense».
Buenos Aires también ofrece acogida
A su turno, el Gobierno argentino dijo el martes pasado que está en condiciones de otorgar la ciudadanía a cualquiera de los nicaragüenses que han sido privados de su nacionalidad.
El anuncio fue hecho por el canciller argentino, Santiago Cafiero, en respuesta a una declaración de Sergio Ramírez, quien indicó que si Argentina ofreciera la nacionalidad, él se haría argentino.
«Si Ramírez pide la ciudadanía argentina, se la damos», dijo Cafiero, tras agregar que la nacionalidad del país suramericano sería entregada «a él y a todos los que están padeciendo lo que está sucediendo en Nicaragua».
El funcionario explicó que «el trámite» es «personal», por lo que si bien Argentina está dispuesta a otorgar la ciudadanía a los nicaragüenses afectados, ellos «la tienen que requerir».
España, el primero de todos
El primer país en ofrecer la nacionalidad a los opositores nicaragüenses fue España al día siguiente de la excarcelación y expulsión de Nicaragua de 222 presos políticos que fueron enviados el 9 de febrero a Estados Unidos.
El ofrecimiento fue extendido a otros 94 nicaragüenses que fueron despojados de la nacionalidad pocos días después, entre ellos religiosos, diplomáticos, exfuncionarios de Estado, defensores de derechos humanos, disidentes sandinistas, opositores, periodistas, académicos, estudiantes, empresarios y comerciantes.
Los 222 exprisioneros enviados a EE.UU. recibieron un permiso humanitario que les permitirá vivir y trabajar en el país norteamericano, según el Departamento de Estado.
Las medidas adoptadas por Nicaragua contra los opositores, en el marco de la crisis política que vive ese país desde abril de 2018, han sido rechazadas por diversos organismos internacionales.
Otra violación de derechos humanos
La ONU reivindicó el derecho a la nacionalidad recogido en la Declaración universal de los Derechos Humanos y dijo que «nadie debería ser despojado de ella arbitrariamente», además de condenar la «persecución o represalia contra defensores de los derechos humanos o personas críticas» con el Gobierno.
Asimismo, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) consideró que la arbitraria privación de la nacionalidad nicaragüense a más de 300 personas críticas del régimen de Ortega «viola las leyes internacionales».
«Pedimos a Nicaragua que respete sus obligaciones internacionales, garantice el derecho a la nacionalidad y tome medidas para evitar que haya personas apátridas», afirmó la Acnur.