Clamor por la libertad de Santiago Sánchez, el español detenido en Irán: «Saben que es inocente»

Santiago Sánchez Cogedor entró en Irán el pasado 3 de octubre. El país persa suponía la última parada de un intenso viaje a pie cuyo destino era Qatar y el Mundial. Una aventura de 7.000 kilómetros que empezó en San Sebastián de los Reyes, Madrid, y tenía como meta Doha. Santiago con nada más que un carro donde llevaba lo imprescindible para sobrevivir: un hornillo, un saco de dormir, una tienda de campaña, un par de zapatillas y un colchón hinchable, inició su periplo por el mundo el pasado 8 de enero.

Un recorrido que no pudo completar, ya que al poco de entrar en Irán, Santiago fue detenido, acusado de «espionaje». El español lleva ya cinco meses preso en la cárcel de Evin, en Teherán. Familiares y amigos se reunieron este domingo en el Ministerio de Asuntos Exteriores, en Madrid, para pedir al Gobierno «más esfuerzos» para conseguir la liberación del deportista. Los padres de Santiago remitieron un comunicado de prensa en el que agradecían la labor del embajador español en Teherán, Ángel Losada Fernández, así como la del Ministerio de Exteriores.

La familia, señala el escrito, «confía plenamente en las negociaciones que se están llevando a cabo» y apuntan que la liberación de Ana Baneira, la otra española encarcelada en Irán, ha supuesto un soplo de alegría y esperanza. El padre de Santiago, presente en la concentración, cuenta a El Debate que habla con su hijo por teléfono de dos a tres veces por semana. El español, por mediación del embajador Ángel Losada, cuenta con una tarjeta sim en la que guarda contados números de teléfono con los que se pone en contacto.

Los amigos del aventurero han creado una cuenta de Instagram, @freedomforsantiago_, donde recaudan fondos para pagar a los abogados que están llevando el proceso de liberación de Santiago y donde también anuncian la convocatoria de las concentraciones. Miguel Bergado, uno de los amigos que participaron en la concentración del domingo, explica a este periódico que con estas manifestaciones silenciosas lo que quieren es «pedir que el Ministerio de Exteriores y el Gobierno español luchen un poco más».

«Es una persona inocente, que está allí por una mala casualidad y en el peor momento», confiesa Miguel. Asimismo, sostiene que «Irán sabe que es inocente» y que se trata de una persona solidaria, que su único objetivo en este viaje era ayudar. El deportista fue detenido en la ciudad kurda de Saqquez por las autoridades iraníes tras visitar la tumba de Masha Amini, la joven asesinada por la Policía de la Moral y cuya muerte desató protestas masivas por todo el país en contra del régimen de los ayatolás.

La última publicación en redes sociales de Santiago es del 1 de octubre, en un pueblo al norte de Irak, justo antes de cruzar la frontera con el país persa. «Lágrimas de emoción caminando deprisa llego a la montaña donde ya veo Irán», escribió el deportista en Instagram. Días después, dejó de documentar su aventura. Familiares y amigos de Santiago insisten en que continuarán las concentraciones hasta que sea liberado y llegue por fin a España.