Francia pone a trabajar el software AnaCrim para buscar al pequeño Émile, el niño de dos años desaparecido

El caso del pequeño Émile ha dejado en vilo a toda Francia. Diez días después de su desaparición, la tragedia sigue sin resolverse, y las pistas que se han encontrado son escasas.

A pesar de que el pronóstico no es favorable, las autoridades francesas están poniendo todos sus esfuerzos en dar con su paradero. Para ello, todos los datos que se han recogido van a pasar ahora a ser analizados exhaustivamente. Esta fase de la investigación puede ser determinante, y se espera que arroje algunas luces que ofrezcan consuelo a la familia del menor.

Labor de búsqueda

Desde la voz de alarma, sobre el terreno se desplegó un equipo formado por personal de búsqueda, agentes de policía con un equipo de canes especializado y cientos de voluntarios.

Además, el reciente rescate de los hermanos que sobrevivieron en la selva de Colombia durante 40 días ha sentado precedente en lo que a casos de desapariciones se refiere. Después de que los niños fueran hallados con vida, las autoridades se han fijado en la forma de trabajar de los rescatadores. Por eso se ha adoptado la estrategia de utilizar un audio de la madre de Émile para llamar al menor a través de megáfonos desde los helicópteros que peinaban los bosques donde podría haberse dirigido el niño.

Cotejar datos

La zona montañosa de los alrededores del pueblo donde se encontraba Émile junto con sus abuelos y varios familiares más ya ha sido barrida por completo, e insistir en esta labor de búsqueda se considera ya infructuoso. Por eso, las autoridades han anunciado que pasarán ahora a cotejar los datos recabados, iniciando así la fase de investigación preliminar.

Así lo ha explicado el fiscal al frente de las operaciones, Rémy Avon. Informó que el trabajo de terreno había concluido, y que se debía proceder a estudiar los datos recabados: «¿Quizás, sin saberlo, hemos recogido una pista decisiva?»

Software AnaCrim

Para el análisis exhaustivo de estos datos, se utilizará un software que ya tiene recorrido con casos difíciles en Francia. Lleva utilizándose desde 1994, y ha servido para la investigación de desapariciones y crímenes complejos, y esclarecer otros que se habían dado por perdidos y llevaban décadas acumulando polvo.

La finalidad del software es facilitar la tarea de los investigadores, poniendo en relación cantidades ingentes de datos. En el caso de Émile, se han recibido más de 1.200 mensajes a una línea que se habilitó para recibir información. También se han recopilado cientos de llamadas telefónicas y pistas encontrada en el terreno, como huellas, muestras de ADN y fibras de tejido. Además también se halló un objeto al borde de la carretera.

Gracias a la tecnología, se podrán encontrar conexiones entre las informaciones que para un equipo humano serían muy difíciles de relacionar, como huellas, llamadas, movimientos bancarios o testimonios de testigos. Cualquier pista puede contener respuestas.

Por el momento sigue sin descartarse ninguna hipótesis. No se puede tachar de la lista los supuestos de accidente, homicidio o rapto, pero cada día Francia está un paso más cerca de averiguarlo.