Viktor Orbán instantes antes de entrar a una reunión del Consejo Europeo en Bruselas
Durante un mitin en Rumanía
Orbán declara la guerra al federalismo europeo desde la región de Transilvania
El primer ministro de Hungría considera que el modelo de la actual Unión es una amenaza para la soberanía de los Estados miembros
Viktor Orbán es uno de los líderes más polémicos en la Unión Europea. Su lucha en el pasado contra la ocupación comunista de Hungría le ha motivado a defender la soberanía de su país ante cualquier intento de fagocitación por entidades supranacionales. La UE en su actual versión sería una de ellas.
Este sábado prometió en la localidad de Ciuca luchar contra las ideas federales de la UE. Esta pequeña localidad se encuentra en la región de Transilvania, en donde vive una importante minoría húngara de más de un millón y medio de personas que fueron separadas de su madre patria tras el tratado de Trianón al finalizar la Primera Guerra Mundial. Memoria histórica desconocida para muchos.
Otra importante comunidad se encuentra en Transcarpatia, en el suroeste de Ucrania, motivo de conflicto con la administración Zelenksi por el trato vejatorio que reciben desde Kiev.
«No tenemos otra opción, a pesar de que queremos a Europa, a pesar de que es nuestra, tenemos que luchar», afirmó Orbán. El dirigente se mostró preocupado por la tensión a este respecto en el seno del Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa). «Los checos han cambiado de postura, los eslovacos vacilan», aseguró, antes de añadir que sólo los húngaros y los polacos se mantienen en sus posiciones originales de defensa del soberanismo.
Mala relación desde la crisis inmigratoria de 2015
La tensión entre Budapest y Bruselas viene de largo
La guerra de Ucrania ha trastocado los planes de todos los Estados miembros y no todos parecen estar por la labor de defender la independencia a toda costa. El miedo a la Rusia de Vladimir Putin alentado por Bruselas y Washington ha volado por los aires los anteriores pactos diplomáticos.
En este sentido, dijo que espera que en las elecciones europeas de 2024 se fortalezcan esas fuerzas. Su partido Fidesz se mantiene como ‘no adscrito’ después de haberse separado del EPP. Fuentes en el seno del gobierno húngaro aseguran que tomarán una decisión pronto. Bruselas mantiene congelada la entrega a Budapest de 22.000 millones de euros de fondos comunitarios y esa diferencia de trato respecto a otros miembros levanta muchas ampollas en Bruselas a pesar de cumplir con todos los tratados europeos y de la OTAN.
La diferencia de sensibilidades en torno a elementos culturales es cada vez más grande. Orbán lo explica así en cuanto a los modelos constitucionales: “En el corazón de la constitución liberal está el 'yo'. Por el contrario, la constitución húngara se centra en el 'nosotros''.
