Los BRICS se reúnen en Johannesburgo con un objetivo: apuntalar el ascenso «de los otros»
El atractivo de los BRICS crece en todos los continentes, pero especialmente en países del tercer mundo
El presidente de Brasil, Lula da Silva, llega a Johannesburgo para participar en la cumbre de los BRICS
Los países BRICS (acrónimo que concentra a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se reúnen entre el 22 y el 24 de agosto en Johannesburgo, Sudáfrica, país que preside esta asociación durante 2023 y actúa como anfitrión.
Comenzó en torno a 2009 cuando la tendencia más comentada de la economía mundial fue «el llamado ascenso de los demás» o «de los otros» y muchos países en desarrollo convergían rápidamente con las naciones más desarrolladas.
Los principales motores de este fenómeno fueron los cuatro grandes países emergentes, conocidos como los BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Luego se añadió (S) Sudáfrica.
Ya en 2012 estábamos asistiendo a un cambio sorprendente cuando los principales actores del mundo en desarrollo estaban alcanzando o casi superando a sus homólogos del mundo desarrollado.
Esas previsiones de entonces solían tomar las elevadas tasas de crecimiento del mundo en desarrollo y extenderlas hacia el futuro, yuxtaponiéndolas, durante la pasada década, al lento crecimiento previsto en Estados Unidos y otros países industrializados avanzados.
China parecía estar a punto de superar a Estados Unidos como la mayor economía del mundo, algo que los estadounidenses se tomaron muy a pecho.
Aprovechar el tirón
Ahora se espera una importante cumbre, en los próximos días, posiblemente la más relevante desde el inicio de este grupo, que tuvo lugar en Rusia en 2009, y será la primera que se celebre de forma presencial tras la pandemia de la COVID-19.
La nueva situación geopolítica que vivimos, desde el final de la Guerra Fría y, más allá, desde la Segunda Guerra Mundial plantea retos inesperados y de difícil manejo para Occidente con Estados Unidos al frente. Sin duda, China y Rusia quieren aprovechar el tirón.
Los BRICS alberguen perspectivas transformadoras y de liderazgo sobre el Sur Global
La reconfiguración de las relaciones internacionales, las grietas de la globalización, el mundo multipolar e incierto ha impulsado a los BRICS como verdadera alternativa a las alianzas occidentales. Por eso los BRICS alberguen perspectivas transformadoras y de liderazgo sobre el Sur Global.
Trazan un proceso de desdolarización del mundo y los países miembros del BRICS hablan públicamente, como es el caso de Brasil o de Sudáfrica, de crear una moneda nueva para la transacción de operaciones a nivel mundial, o bien, en el caso de Rusia, de una cesta de monedas nacionales de los socios BRICS.
La guerra en Ucrania, que se encuentra en su momento crítico, se ha convertido en la prueba decisiva del curso futuro de los acontecimientos en el mundo. Putin tiene una puerta abierta a Pekín y los amigos del Kremlin en Asia Central e Irán le han extendido la alfombra de bienvenida desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Estados Unidos, Europa y sus aliados en general luchan por alcanzar tres de sus objetivos estratégicos: quebrar económicamente a Rusia, aislarla diplomáticamente y derrotarla militarmente en suelo ucraniano. En este estado de cosas la cumbre de los BRICS se presenta como un balón de oxígeno para el Kremlin.
Rusia transmite debilidad
Con todo Putin no acudirá en persona, algo que para los analistas occidentales es síntoma de debilidad. En su lugar estará su ministro de Exteriores, Sergey Lavrov, y parece que el presidente ruso intervendrá por video conferencia. Con todo Lavrov es un hombre hábil. La política exterior rusa aún cuenta con el apoyo diplomático y político de países de África, Sudamérica y Asia.
Los BRICS son el contrapeso a las instituciones dirigidas por Estados Unidos y Occidente, que han condenado duramente a Rusia por su guerra contra Ucrania. Por eso este encuentro le facilita una campaña de influencia y apoyo internacional, particularmente en todo el sur global.
Reforzar ese apoyo en el contexto de la guerra contra Ucrania es un objetivo clave del Kremlin. Así como el dominio de África por parte de China y Rusia cuya mano está de tras de buena parte de los recientes conflictos armados tanto en el África occidental como en el cuerno del continente.
Además, las economías emergentes actuales de los BRICS representan más de un 40 % del Producto Interior Bruto (PIB) de la economía global y un 50 % de la población mundial, frente a un 29,9 % de la economía de los países que componen el G7 supone.
Estemos atentos a esta cumbre de Johannesburgo. Los BRICS pretenden desarrollar criterios y modelos consensuados para gestionar la incorporación de nuevos países: Sudáfrica ha informado que, tras los anuncios de Argentina o de Irán para formalizar sus peticiones respectivas de unirse a los BRICS, Arabia Saudí, Egipto y Turquía, socio de la OTAN, tienen los mismos planes, además de otros nueve.
La lista de aspirantes es larga y la cola de ingresos podría extenderse hasta treinta países.
