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Evento celebrado en la principal sinagoga de Madrid: asistió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, y la embajadora de Israel en España, Rodica Radian Gordon, y la presidenta de la Comunidad Judía de Madrid, Estrella Bengio

Isabel Díaz Ayuso, la embajadora de Israel y la presidenta de la Comunidad Judía, en la sinagoga de MadridDaniela Brik

Israel en estado de guerra

La tragedia en Israel golpea al judaísmo español

Las comunidades judías y de israelíes residentes en España están viviendo en primera persona el impacto de la guerra en el país hebreo y lo están expresando en eventos solemnes, concentraciones, convocatorias y oraciones por los fallecidos, heridos y capturados

Mensajes de familiares y conocidos fallecidos, campañas de solidaridad para ayudar a civiles atacados y soldados que acuden al frente en Israel, solicitudes de alojamiento para israelíes y judíos de otras nacionalidades que, por alguna circunstancia, se encuentran en España o llegan al país procedentes de Tel Aviv.

Las comunidades judías y de israelíes residentes en España están viviendo en primera persona el impacto de la tragedia en Israel y lo están expresando en eventos solemnes, concentraciones, convocatorias y oraciones por los fallecidos, heridos y capturados. Se trata de acciones que llevan a cabo con cautela, pero, por primera vez en mucho tiempo, con la confianza de que la sociedad española pueda visibilizar a una comunidad que se siente golpeada por el terrorismo.

«Se ha confirmado el asesinato de mi primo Daniel Levi Ludmir Z» (que dios lo guarde en su gloria), «médico peruano que trabajó por salvar la vida de otras personas hasta el último respiro. ¡Ni olvido ni perdón! Jamás te olvidaremos. Un abrazo inmenso al cielo», reza un mensaje en una red social de un miembro de la Comunidad Judía de Madrid al expresar la pérdida de un familiar en la matanza del 7 de octubre en Israel.

En otro chat de padres de una comunidad conservadora judía de la capital española aparece un mensaje angustioso que, enseguida, recibe la atención y empatía de los integrantes. Las fotos de varios miembros de una familia con números de teléfono y nombres en hebreo, cuya transliteración no deja lugar a dudas de su origen latinoamericano: Luis Jar, Clara Merman, Gabriela Lainberg, se leen junto a las instantáneas del rostro de otras tres personas, entre ellas, una adolescente con gafas.

«Estaban en uno de los primeros kibutz atacados. Es la familia de la suegra de mi hermana y no sabemos nada», explica a El Debate Irene Rerdanoski, radicada en Madrid desde hace cinco años, cuando dejó atrás su ciudad natal de Mendoza, en la provincia homónima de Argentina.

«Los dan por desaparecidos porque el Gobierno ha notificado a la familia», añade antes de remachar resignada: «Hay que esperar un milagro».

Entre 40.000 y 50.000 judíos en España

De acuerdo con los datos que aporta la Federación de Comunidades Judías de España, en este país residen entre 40.000 y 50.000 judíos. Están adscritos a diferentes comunidades, siendo las mayoritarias las de Madrid, Barcelona, Málaga, Ceuta y Melilla.

Entre los grupos de israelíes, que en el último año han vivido un goteo constante de nuevos miembros –en parte por la situación político social en su país–, son numerosos los que tienen allegados asesinados, desaparecidos o capturados a manos de Hamás.

En Barcelona, con una comunidad israelí consolidada desde hace décadas en torno a la alta tecnología, se conocen casos que afectan directamente a familias del colegio israelita.

En Melilla, donde surgió la primera comunidad judía de España en el siglo XIX, afortunadamente, gran parte de los jóvenes que estudian en Israel se encontraban en la ciudad autónoma el pasado 7 de octubre, donde viajaron para pasar el período de altas fiestas judías que concluía el fin de semana.

«En nuestro caso, conozco a una trabajadora fallecida en una empresa de unos familiares, que era de Tel Aviv», explica la melillense Myriam Levy.

Conscientes de que en España reside una amplia comunidad musulmana, también palestina y de simpatizantes con su causa, las comunidades judías ven reforzada su seguridad durante el repunte del conflicto palestino-israelí y siguen instrucciones de mantener un bajo perfil, no entrar en la provocaciones y prestar atención ante cualquier circunstancia sospechosa.

Seguridad reforzada

La Policía Nacional y la Guardia Civil han reforzado la seguridad en torno a la Embajada de Israel en España, así como de sinagogas, lugares de culto, centros y escuelas judías, en línea con las directrices del Ministerio del Interior.

Además, en los centros educativos judíos los escolares están recibiendo una atención especial a su bienestar emocional para que puedan expresar todo lo que están absorbiendo en sus casas.

«En shock estamos. La gente está necesitando expresar lo que siente, lo cual es muy bueno pero no sabemos qué va a salir de esto. Hasta cierto punto, la esperanza está rota en este momento pero muy de nuestro pueblo es reconstruir esa esperanza y continuar y visionar el futuro», explicó tras un evento solemne en la principal sinagoga de Madrid la presidenta de la Comunidad Reformista, Yael Cobano.

Acto solemne en Madrid

En un acto sin precedentes, representantes de las diferentes corrientes del judaísmo y organizaciones israelitas en España se dieron cita el martes como tributo a las víctimas israelíes. Al evento asistió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la embajadora de Israel en España, Rodica Radian Gordon.

La presidenta de la Comunidad Judía de Madrid, Estrella Bengio, aseguró en un discurso pronunciado en ese emotivo acto que «no podemos sino sobrecogernos ante estas escenas macabras de terror y de sinsentido. Nos han sido arrebatados seres humanos a los que se les ha arrancado la vida de la forma más cruel, indiscriminada e inhumana. Podríamos ser nosotros, su dolor no nos es ajeno. Su dolor es también el nuestro».

El presidente de la comunidad masortí Bet-El, Gastón Roife, pidió un repudio colectivo del ataque coordinado por Hamás.

«No podemos dejar que el mal venza. Tiene que ser absolutamente repudiado por todas aquellas personas de bien, que consideren que cada pueblo tiene derecho a vivir en paz, defender sus intereses y proteger a sus propios ciudadanos», manifestó.

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