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Josep Borrell, en la cumbre de la OTAN de 2019 en Bruselas

Josep Borrell, en la cumbre de la OTAN de 2019 en BruselasEFE

Borrell viaja a China y pide soluciones para evitar una guerra comercial con la UE

El alto representante de la UE para la Política Exterior señaló la necesidad de establecer «reglas claras» en el marco comercial entre ambos bloques

En un intento de suavizar las tensiones y evitar una mayor separación entre la Unión Europea y China, Josep Borrell, el alto representante de la UE para la Política Exterior, ha viajado a China para dialogar sobre varios temas, incluyendo la guerra comercial que se cierne entre ambas potencias.

Borrell, quien aterrizó en China este jueves, expresó durante una conferencia en la Universidad de Pekín que el bloque y China deben encontrar soluciones a su desequilibrio commercial. De esta manera, evitarán una mayor separación entre las dos partes. La política de la UE, según Borrell, «es de reducir riesgos» y «es clave para que el bloque comunitario evite la dependencia y asegure la diversificación de proveedores».

Durante su estancia, Borrell se reunirá con el ministro de Exteriores chino Wang Yi para discutir diversos asuntos de importancia global, como la guerra entre Israel y Hamás, el conflicto en Ucrania y la tensión de Pekín con Taiwán.

El alto representante expresó su preocupación sobre el creciente desequilibrio comercial a favor de China y las restricciones al mercado de las empresas europeas en el país asiático. «Tenemos que proteger nuestras economías. El propio presidente chino, Xi Jinping, dijo algo parecido respecto a su país en 2020, que tenía que construir un sistema económico menos dependiente del exterior. Eso también es reducir riesgos, con características chinas», indicó Borrell.

Además, hizo hincapié en la necesidad de establecer reglas claras en el marco de las relaciones comerciales: «hace faltan reglas: sirven para que el grande no abuse del pequeño y para hacer realidad el multilateralismo. No se puede elegir la regla que queremos seguir, hay que seguirlas todas».

Una tensión que aumenta

Entre los temas candentes en la relación comercial entre la UE y China se encuentra también la investigación que la Comisión Europea inició la semana pasada, para determinar si los subsidios que China otorga a sus empresas de vehículos eléctricos representan una amenaza para los fabricantes europeos. Si se concluye que así es, la UE podría imponer aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos.

Borrell también trasladará a Pekín el malestar de la UE por las dificultades que enfrentan las empresas europeas para acceder al mercado chino, así como por las leyes de Ciberseguridad y Antiespionaje, que obligan a las compañías extranjeras a ceder datos al Gobierno chino.

La visita de Borrell se produce tras dos intentos fallidos este año, en abril por haber dado positivo en Covid y en julio a causa de la destitución del exministro de Exteriores Qin Gang. Desde que China abrió sus fronteras a principios de año, otros representantes de la UE, como la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen; y el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, han visitado el país.

En este contexto, se espera que ambos lados sienten las bases para celebrar una cumbre UE-China a finales de año y que Borrell defienda ante Wang la estrategia del bloque para minimizar riesgos en sus relaciones con Pekín. La visita busca inyectar «un nuevo ímpetu a los esfuerzos conjuntos por abordar desafíos y preservar la paz y estabilidad mundiales», según el portavoz de Exteriores Wang Wenbin.

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