Industria
El espejismo de las nuevas fábricas de coches con las que las marcas chinas intentan engatusar a Europa
Es complicado que la industria china del automóvil mueva ficha hasta conocer el resultado de la investigación abierta por la UE contra sus coches eléctricos
El desembarco de coches chinos en Europa en sólo dos años ha sido sencillamente brutal. Al abrigo de su ventaja competitiva en coches eléctricos los fabricantes chinos han lanzado decenas de modelos en toda Europa, alcanzando una cuota de mercado que ya ronda el 7 %, si bien las estimaciones de la consultora KPMG hablan ya de un 15 % de la cuota de mercado en sólo dos años.
Las importaciones de vehículos procedentes de china se han multiplicado en un año y a día de hoy China ya es el cuarto país que más coches exporta a España, por detrás de Alemania, Francia y la República China, con una cuota de un 7,3 % del total de las importaciones.
Camino del 15 % de cuota
Datos que indican la importancia que está tomando el automóvil chino en España y en toda Europa en sólo unos meses. Frente a esta invasión en Europa se impone la tesis proteccionista y la presidenta de la UE, Ursula Von Der Leyen, ha optado por anunciar la puesta en funcionamiento de una investigación para valorar las ayudas en origen que está dando el Gobierno chino a sus fabricantes de automóviles. Esto les permitiría llegar a España en una situación de ventaja de precios que resulta insalvable para la industria europea.
Se trata de una medida polémica y que sin duda nos llevaría años atrás pero que al menos daría tiempo a la industria europea para salvar el retraso tecnológico que lleva frente a China en eléctricos.
Los responsables chinos tienen una vez más la mano a las autoridades europeas con un talante conciliador, pero recuerdan que la puesta en marcha de aranceles o medidas similares supondría una respuesta inmediata a la inversa, y conviene recordar que alguna marca europea como VW vende el 50 % de su producción en territorio chino.
Intereses comunes
Mientras tanto la industria del país del dragón trata de engatusar a los europeos con inversiones millonarias y la puesta en funcionamiento de supuestas fábricas de coches que no acaban de llegar.
En el caso concreto de España, tres de las mayores firmas que ya venden coches en territorio europeo han señalado a la península ibérica como un territorio privilegiado y candidato firme a albergar una fábrica de coches chinos eléctricos o de baterías.
La fabricación en territorio europeo supondría el fin de los aranceles a esto coches, que actualmente ya pagan el 10 % de su precio en concepto de tasa de entrada.
Sólo en los últimos meses tres multinacionales chinas del automóvil han declarado que están analizando la posibilidad de instalar una fábrica.
Primero fue el gigante automovilístico Chery, propietario de la marca Omoda, quien sorprendió a una delegación de periodistas españoles en China que visitaba una de sus fábricas más modernas al declarar la posibilidad de que el grupo llegara a un acuerdo para fabricar coches en las instalaciones Nissan abandonadas de la Zona Franca.
El anuncio llegó de la mano de su vicepresidente internacional, Shawn Xu, que recordó que un grupo de emisarios de la empresa ya habían visitado las instalaciones en 2022 y se habían reunido con miembros de la Generalitat, firmando un memorándum de intenciones.
MG, de líder de ventas a fabricante
Pedro García, máximo responsable de MG en España, confirmó este periódico hace sólo uso días que «España está bien posicionada para la fábrica que Saic va a montar en Europa», unas declaraciones explosivas de la marca que ha colocado ya a uno de sus modelos como el más vendido del mercado en España durante los meses de agosto y septiembre.
Esta información fue precedida por unas declaraciones de William Wang, responsable de la marca en Europa, quien anunció que una factoría en territorio europeo tendría todo el sentido cuando MG matricule 200.000 coches al año en Europa, de momento supera los 100.000 en lo que va de año.
Por último BYD (el segundo grupo automovilístico chino por volumen de producción) estuvo deshojando la margarita para la instalación de una fábrica de baterías en primavera. Entonces España era una de las candidatas junto a Francia, Alemania, Polonia y Hungría, finalmente este último país se llevó el gato al agua.
La marca habla de una segunda fábrica en territorio europeo, esta vez para el ensamblaje de coches eléctricos, los países candidatos son los mismos, pero desafortunadamente para España no tendría mucho sentido que esta fábrica se construyera lejos de la de baterías por el coste del transporte.
En cualquier caso hasta que Europa no muestre sus cartas y desvele el contenido de la investigación que ha llevado a cabo sobre los fabricantes chinos y sus coches eléctricos, parece complicado que haya ningún movimiento de la industria chino que suponga una inversión de estas características.