Borrell hace malabares en Estrasburgo para evitar posicionarse del lado israelí o palestino

La escalada del conflicto desde hace más de una semana ha provocado un tsunami en las instituciones europeas. Si este martes Charles Michel convocaba de emergencia una reunión del Consejo Europeo para fijar posición común ante el conflicto, este miércoles el Parlamento Europeo debatía también al respecto.

En él ha participado el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien ha mantenido que «condenar una tragedia no nos debería impedir condenar otra» en el conflicto entre Israel y Palestina, al tiempo que instó a la UE a actuar con firmeza, humanidad, coherencia y una actitud «proactiva».

El español apeló a la «voz de la razón» para ir más allá de los «sentimientos al rojo vivo» para condenar las muertes de civiles inocentes tanto israelíes como palestinos.

«Condenar una tragedia no nos debería impedir condenar otra. Demostrar nuestra piedad por los muertos, víctimas de los ataques terroristas, no nos debería y no nos lo hace impedir el demostrar también nuestro sentimiento por otros muertos», subrayó.

Estas declaraciones se enmarcan horas después del bombardeo del hospital anglicano Al Ahli Araba, en el norte de la Franja de Gaza, donde han muerto al menos 500 personas, matanza de la que se culpan mutuamente Israel y las milicias palestinas. Según imágenes recientes, la explosión se habría producido en el aparcamiento.

Al margen de que se aclare la autoría de ese ataque, Borrell reiteró hoy que «el derecho a la defensa, como todos los derechos, tiene límites”. También ha criticado las acciones de Hamás y ha aprovechado para mandar el mensaje de que los palestinos »también son víctimas de Hamás". Ha pedido la liberación inmediata de los secuestrados.

Llamamiento a los 27

Borrell ha pedido «coherencia» a los Veintisiete con la acción coordinada con la UE, y en este punto aplaudió la decisión tomada este martes por la Comisión Europea de casi triplicar su ayuda a los palestinos.

El mandatario ha podido ver hasta el momento «cuatro guerras como esta» en la región y asegura que «si no paramos del ciclo de la violencia, se repetirá dentro de unos cuantos años más».

Advirtió, además, a Tel Aviv de que «la paz entre los países árabes de Israel, que es una buena noticia, no trae consigo automáticamente la paz entre Israel y Palestina» y mientras que esta última no se consiga, «no habrá ejército suficientemente poderoso para garantizar la paz de Israel».

Puso sobre la mesa la necesidad de poner en práctica los acuerdos de Oslo, que ya cumplen 30 años, y que aún no se han aplicado. Desde entonces «el número de colonos palestinos en los territorios ocupados se ha multiplicado por tres. Y el espacio del posible Estado palestino se ha ido reduciendo», señaló.

Estas palabras van en consonancia con lo propuesto la noche de este martes por el presidente en funciones Pedro Sánchez tras la reunión del Consejo Europeo: la construcción de dos Estados.