Putin presume de tener la iniciativa total en Ucrania: «Hacemos lo que queremos»
El presidente ruso ya se ve como vencedor de la guerra tras le fracaso de la contraofensiva ucraniana y las dudas de los aliados de Kiev
El cambio de ánimo en la cúpula del Kremlin en las últimas semanas ha sido radical. La constatación del fracaso de la contraofensiva ucraniana, sus carencias crecientes de municiones y el bloqueo de la ayuda militar a Kiev en Estados Unidos y en la Unión Europea ha alimentado el entusiasmo en Moscú por una victoria total que ya se ve cercana.
En las altas esferas del gobierno ruso ya no se contentan con un acuerdo que les de el control de las zonas de Ucrania anexionadas y que aleje definitivamente a Kiev de occidente, con un nuevo gobierno ucraniano bajo la órbita de Rusia.
El gobierno de Vladimir Putin quiere la victoria total, la destrucción total del Estado ucraniano y la ocupación y anexión de todo el territorio ucraniano y la absorción de su población.
Las ingentes pérdidas de material de guerra y de soldados ha dejado de ser un problema para Rusia. El alto mando ha sido capaz de engrasar su maquinaria de guerra para fabricar de forma masiva nuevas municiones y armamento –principalmente carros de combate y blindados–, además de adquirir más material de sus aliados, Corea del Norte e Irán.
En cuanto a los más de 300.000 soldados rusos muertos, Rusia ha demostrado una enorme capacidad para asimilar las bajas de guerra sin que merme sus capacidades de combate y sin que genere un generalizado descontento social.
Tras los problemas del primer año de guerra, Rusia ha dado con la tecla y ha conseguido incorporar masivamente nuevos combatientes reclutando en las lejanas y empobrecidas regiones del lejano oriente ruso, y vaciando las cárceles para incorporar a los prisioneros en el frente a cambio de promesas de indultos.
Putin ya se ve como el ganador de la contienda, como el zar victorioso que derrotó a Ucrania y a sus aliados occidentales.
Subrayó que el Ejército ucraniano «sufre enormes pérdidas y han agotado sus reservas de municiones al intentar demostrar a sus amos occidentales en la publicitada contraofensiva que son capaces de obtener resultados».
Sin embargo, insistió, «se ha derrumbado el mito de la invencibilidad de los equipos militares occidentales».
Además, afirmó que «no tenemos intención de renunciar a los objetivos de la operación militar especial».