Reino Unido
Asignan escolta a tres diputadas británicas tras recibir amenazas de muerte
La medida responde a una escalada en el nivel de las amenazas contra políticos, especialmente tras los ataques de Hamás en Israel y la guerra en Gaza
Al menos tres diputadas británicas han empezado a contar con escolta financiada por el Estado por los crecientes temores sobre la seguridad de los políticos, objeto de numerosas amenazas de muerte.
Según reveló el dominical The Sunday Times, una evaluación del riesgo de esas parlamentarias, cuya identidad se desconoce pero que forman parte tanto del Partido Conservador como el Laborista, llevó a la decisión de aumentar su seguridad.
El comité gubernamental encargada de velar por la protección de la realeza y las personalidades del país (Ravec, por sus siglas en inglés) está analizando las medidas que adoptar en medio de las crecientes amenazas.
En el Reino Unido, la interacción entre los legisladores y sus representados suele ser muy directa, con la posibilidad cada viernes de pedir una reunión en persona con el diputado de la circunscripción para transmitir cualquier mensaje.
Precisamente en una de esas entrevistas (conocidas como 'surgeries') murió en 2021 el último político asesinado en el país, David Amess, a manos del joven Ali Harbi Ali, que aseguró actuar en nombre del grupo yihadista Estado Islámico.
El nuevo proceso de seguridad, que se inicia a instancias de la policía o las autoridades parlamentarias, responde a una escalada en el nivel de las amenazas contra políticos, especialmente tras los ataques de Hamás en Israel el pasado octubre y la guerra en Gaza.
Las diputadas implicadas contarán con escolta privada y coches con chófer para desplazarse, que normalmente solo se facilitan a los principales cargos del Gobierno y al líder de la oposición.
El presidente del Parlamento, Lindsay Hoyle, escribió al primer ministro, Rishi Sunak, y al ministro de Economía, Jeremy Hunt, para pedir fondos adicionales para la protección de los diputados.
Sunak, por su parte, alertó al Parlamento de que se envió una «peligrosa señal» de que la «intimidación funciona», cuando el presidente del Parlamento decidió esta semana alterar el orden de una controvertida votación sobre Gaza para supuestamente proteger a los legisladores.