Fundado en 1910
Portada del libro Jeanine, de puño y letra

Portada del libro Jeanine, de puño y letra

«Jeanine Áñez es una mártir de la democracia»

Varias personalidades arroparon a la hija de la encarcelada expresidenta de Bolivia en la presentación del libro que ha escrito entre barrotes

«Mi madre escribió este libro con lápiz y papel desde la cárcel, donde sigue resistiendo y luchando por la libertad de su país; da situación nos hace valientes» declaró Carolina Ribera, hija de Jeanine Áñez en la presentación de Jeanine, de puño y letra, el libro escrito por quien fuera presidenta constitucional de Bolivia entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020.

En marzo de 2021, fue encarcelada por orden de su sucesor, Luis Arce. Como subrayó el moderador del acto, el eurodiputado por Ciudadanos José Ramón Bauzá, «quien convoca las elecciones es Jeanine Áñez. Luego, quien accede a la presidencia es quien la mete en la cárcel, en un proceso tutelado por Evo Morales».

Uno de los abogados de la exmandataria, Juan Carlos Gutiérrez, señaló que «hay que dejar clara constancia de que Áñez es una profesional del Derecho», en alusión a que el acto tuvo lugar en la sede madrileña del bufete Cremades & Calvo Sotelo. A continuación, Gutiérrez destacó que Áñez «ocupó la presidencia constitucional de Bolivia, con el reconocimiento de la comunidad internacional y que cumplió su principal mandato: la convocatoria de elecciones».

Por eso, lamentó que ocurriese «lo que nunca debe ocurrir», a saber «el uso del sistema judicial como arma política para evitar que un adversario concurra a las elecciones». Por lo menos, dio una pequeña buena noticia: le consta que las autoridades judiciales bolivianas han reconocido que «se está excediendo el tiempo de detención preventiva» de Áñez.

La judicialización de la política

El ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, también insistió en la naturaleza dañina de la judicialización de la política, de la que el caso de Áñez «es un típico ejemplo», que ilustró con lo que le ocurre ahora mismo en su país, donde el actual presidente, Gustavo Petro, le persigue penalmente por haber declarado en público que «está fusionado con el narcotráfico». Pastrana propuso a Petro dirimir la polémica fuera de los tribunales, preferentemente en un plató televisivo. Petro se ha negado.

Pastrana concluyó su intervención homenajeando a Áñez: «no quiso ser presidenta, pero los otros salieron corriendo y ella la asumió con mucho valor; hoy es una presa política y mártir de la democracia», mientras pedía que no se olvidara a otro preso político boliviano, el ex gobernador del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, detenido desde 2022, lo que hizo decir a Bauzá que Bolivia se ha convertido en «una dictadura encubierta más».

Jeanine Áñez

La expresidenta boliviana, Jeanine ÁñezAFP

Una opinión que suscribió Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid y «madrina política» de Áñez a través de una fundación. Monasterio habló claro al afirmar que le daba pena «el papel que tiene España en Bolivia», opinión que hay que vincular con una frase de Áñez en su libro: «Unas personas que estuvieron en el Gobierno de España y que contribuyeron a la redacción de la Constitución son los responsables de la situación actual». Ellos mismos se reconocerán. Monasterio se preguntó por qué se repite la Historia (Bolivia, después de Venezuela, Nicaragua y Cuba) y dio un esbozo de respuesta: «Nosotros, buenistas, les dejamos pasar», por lo que pidió compromiso a todos, «no solo a los políticos, pues España tiene un papel clave para llamar dictadura a lo que es una dictadura».

Las últimas palabras corrieron a cargo del opositor venezolano exiliado en Madrid, Leopoldo López, quien recordó que, además de Áñez y Camacho, hay en Bolivia «más de 200 presos políticos que están siendo torturados a punto de tener el destino que tuvo Alexei Navalny en Rusia: no esperemos que esa sea la noticia para que hablemos del preso al que mataron en lugar de hoy, al preso que podemos salvar».

comentarios
tracking