Los conservadores británicos tocan fondo en las encuestas cerca de caer a la tercera posición

Malas perspectivas electorales para el Partido Conservador británico. De hecho, las perspectivas son catastróficas.

Ya no solo es que las últimas encuestas lo sitúen a más de 20 puntos por detrás del Partido Laborista, sino que el partido de la Reforma de Reino Unido –el refundado Partido del Brexit de Nigel Farage– le pisa los talones a tan solo seis puntos.

Son datos de la última encuesta elaborada por YouGov que ya ha desatado el pánico entre los tories.

Rishi Sunak ha pedido calma a sus diputados y les ha exigido que «se ciñan al plan» elaborado por el gobierno británico para levantar la economía y hacer frente a los efectos de la inflación.

De hecho, el primer ministro se ha agarrado al dato de la caída de la inflación, mayor de lo esperado, como argumento de que «el plan está funcionando».

Las elecciones, salvo que se adelanten, quedan aún lejos, previstas para enero de 2025. Para Sunak, si se hacen bien las cosas, hay tiempo para la remontada.

De esa manera, Sunak trata de reducir las divisiones dentro del Partido Conservador, y acallar el ruido de sables que apuntan a una posible rebelión interna para apartar a Sunak.

En Reino Unido se palpa una atmósfera de fin de ciclo electoral. Los conservadores, tras 12 años en el poder perdieron el control de la situación tras el referéndum del Bréxit.

Las tortuosas negociaciones con la Unión Europea, las promesas incumplidas de la salida de la Unión Europea, la mala gestión de la pandemia de coronavirus y la sucesión de primeros ministros acosados por los escándalos –particularmente desgastante ha sido el período encabezado por Boris Johnson– han sumido al Partido Conservador en una crisis de la que difícilmente podrán salir.