Ecuador
Los ecuatorianos dan luz verde a Noboa para endurecer el combate al crimen organizado
El país andino lleva desde los últimos cuatro años sumido en una espiral de inseguridad sin precedentes, producto del aumento de la influencia del crimen organizado vinculado al narcotráfico
Los resultados de la consulta popular y referéndum celebrados el domingo en Ecuador suponen un espaldarazo al Gobierno de Daniel Noboa para encarar una más que posible reedición de candidatura para las elecciones de 2025. Pero también arrojan un apoyo sin paliativos a las medidas que está impulsando en materia de seguridad para combatir frontalmente la delincuencia y el crimen organizado, reforzando la labor de las Fuerzas Armadas en las calles en un país con uno de los índices por homicidios más elevados de la región.
La modalidad plebiscitaria de consulta electoral en Ecuador, una herramienta utilizada por prácticamente todos los jefes de Estado ecuatorianos de la democracia para medir el respaldo popular a su gestión y poder legislar gracias al respaldo popular, constó de once preguntas, de las cuales cinco fueron un referéndum.
Los ecuatorianos dieron su voto de confianza a aquellas relativas al ámbito de la seguridad y el cada vez mayor rol que desempeñan las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado, el aumento de las penas por delitos graves (entre ellos, asesinato, sicariato, trata) y la posible extradición de ecuatorianos requeridos por la justicia de otros países.
No obstante, las medidas económicas que se habían planteado en la consulta, como la creación de nuevos contratos de trabajo por horas y el arbitraje internacional para solucionar disputas en materia de inversiones y asuntos comerciales, fueron rechazadas.
Medición de la aprobación a Noboa
Como toda elección, pero tal vez con más razón esta consulta, ha sido interpretada por los analistas en clave de test de medición de la aprobación al presidente ecuatoriano y su gestión, apenas cinco meses después de que asumiera el cargo a finales de noviembre.
Y pese a que Noboa, conservador e hijo del hombre más rico del país sudamericano, haya adoptado medidas que provocaron inéditas consecuencias en el plano internacional, como la ruptura de relaciones con México a cuenta del asalto de su Embajada en Quito para capturar al exvicepresidente correísta Jorge Glas, condenado por corrupción, e incluso de los masivos cortes eléctricos, en el plano interno los ecuatorianos han privilegiado su seguridad.
Gracias a ello, Noboa tiene hoy un poco más de crédito para concurrir a unos comicios presidenciales y legislativos previstos para febrero de 2025, en los que más que previsiblemente aspirará a la reelección. Y lo hará habiendo enfocado la agenda en la cuestión securitaria, consciente de que sigue siendo el tema que no solo lo llevó al Palacio de Carondelet (sede presidencial), sino que es el que más preocupa a los ecuatorianos.
«Hemos defendido al país, ahora tendremos más herramientas para luchar contra la delincuencia y devolverle la paz a las familias ecuatorianas», publicó Noboa en una red social al poco de conocerse los resultados preliminares de la consulta y referendo con más del 60 % de los votos escrutados.
La participación se ubicó en el 72 %, de los 13,6 millones de ecuatorianos que estaban llamados a las urnas, en un país donde el voto es obligatorio.
El politólogo Santiago Basabe, director de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política (Aecip) e investigador de FLACSO Ecuador, considera que el resultado de la elección permite a Noboa «posicionarse mejor ante la población», que le ha dado un aval a su política en materia de seguridad.
Lo observado en las urnas puede ser leído como una aprobación ciudadana al jefe de EstadoDirector de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política
«Si se agrega que en la totalidad de las consultas populares lo que ha estado detrás es el apoyo al presidente de la República, lo observado en las urnas puede ser leído como una aprobación ciudadana al jefe de Estado», valora en el digital ecuatoriano Primicias este analista político.
El resultado otorga al presidente carta blanca para seguir apostando por la carta de la seguridad como baza electoral de cara a la elección del próximo año aunque reste legislatura por recorrer.
Precisamente, una de las consecuencias de la consulta, augura Basabe, es que obligará a la oposición y los legisladores de la Asamblea Nacional a centrarse en la agenda fijada por Noboa con un peso específico en la seguridad, si quieren competir en una liza electoral.
Dos preguntas rechazadas
Por otra parte, otros análisis, como los que menciona el influyente medio El Universo, advierten de que no hay que desdeñar los resultados en aquellas preguntas que han suscitado el rechazo del electorado.
Estas versaron en si se aceptaba que el Estado ecuatoriano reconozca el arbitraje internacional como método para solucionar controversias en materia de inversión, contractuales y comerciales, o el rechazo a cambiar las leyes para establecer un contrato de trabajo a plazo fijo y por horas, cuando se celebre por primera vez.
Al respecto, el exprefecto de la provincia andina de Azuay, ambientalista y ex candidato presidencial, Yaku Pérez, felicitó al pueblo por votar en contra de medidas que, según describió en la red X, antes Twitter, habrían garantizado «el saqueo y explotación de la Madre Naturaleza».
Y es que Ecuador conoce dictámenes internacionales que le han sido desfavorables en casos de derrames o vertidos con consecuencias ambientales y humanas para poblaciones amazónicas y andinas por parte de mineras y petroleras.
Con todo, Pérez pide a Noboa que «ejecute el plan de seguridad ya», al reconocer que «el pueblo quiere paz, trabajo y dignidad».
Durante la jornada de votación del domingo fue asesinado el director de una prisión, convirtiéndose en la tercera autoridad víctima a manos presuntamente de sicarios en una semana, después de que fueran tiroteados dos alcaldes de poblaciones donde se desarrollan actividades de minería ilegal.
Ecuador se encuentra sumido en los últimos cuatro años en una espiral de inseguridad sin precedentes, producto del aumento de la influencia del crimen organizado vinculado al narcotráfico tanto dentro de centros penitenciarios como en las calles.
En 2023 se situó como el país más violento de la región con 44,5 homicidios por 100.000 habitantes, un incremento del 74,5 % respecto al año anterior, conforme al índice que establece InSight Crime, que hace seguimiento del crimen en Iberoamérica.