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Julian Assange en una imagen de archivo

Julian Assange en una imagen de archivoAFP

La justicia británica frena la extradición de Julian Assange y le permite volver a recurrir

El Tribunal Superior de Londres ha dictaminado este lunes que las garantías que ha presentado Estados Unidos son insatisfactorias

la batalla del fundador de Wikileaks, Julian Assange, para evitar ser extraditado a Estados Unidos sigue en pie en Reino Unido. El Tribunal Superior de Londres ha dictaminado este lunes que las garantías que ha presentado Estados Unidos son insatisfactorias y que, por tanto, tendrá una vista de apelación completa.

En marzo, el Tribunal Superior concedió provisionalmente a Assange, de 52 años, permiso para apelar, pero dio a Estados Unidos la oportunidad de ofrecer garantías satisfactorias de que no pediría la pena de muerte y le permitiría ampararse en el derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda en un juicio.

En una breve resolución, los jueces Victoria Sharp y Jeremy Johnson declararon que las alegaciones de Washington no eran suficientes, por lo que permitirán que el recurso siguiera adelante.

En una nota diplomática de «garantías» en marzo, el Gobierno de Estados Unidos dijo que el fundador de WikiLeaks podrá «intentar plantear» como defensa la Primera Enmienda, pero matizó que corresponderá a la Justicia estadounidense determinar si se le aplica o no.

El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, recordó este lunes que el fiscal estadounidense del caso, Gordon Kromberg, ya avisó de que él podría esgrimir como argumento que «los ciudadanos extranjeros no tienen derecho a la protección bajo la Primera Enmienda, al menos en lo que se refiere a información de defensa».

El equipo defensor podrá recurrir por tanto las garantías aportadas por Washington en el sentido de que no será discriminado por su nacionalidad y de que podrá intentar ampararse en la Primera Enmienda.

La tercera garantía sí fue aceptada y no se recurrirá, en la que el Gobierno estadounidense se comprometía a no aplicarle la pena de muerte.

La vista de este lunes ante Sharp y Johnson era para que estos decidieran si aceptaban las garantías de EE.UU. y por tanto autorizaban la extradición o si, en cambio, las rechazaban total o parcialmente y permitían a Assange otro recurso, lo que finalmente ha sucedido.

Estados Unidos reclama al programador informático por difundir información clasificada en 2010 y 2011, que expuso violaciones de derechos humanos del Ejército estadounidense en las guerras de Irak y Afganistán.

El programador informático, que está en prisión preventiva en una cárcel de alta seguridad londinense, no asistió al proceso ante el Superior por cuestiones de salud, si bien sí estuvo su esposa, Stella Assange.

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