Elecciones legislativas en Francia Los judíos franceses, en la encrucijada: «Votaré a Le Pen, algo impensable hace una generación»
Francia se encuentra inmerso en una encarnizada batalla política desde que su presidente Emmanuel Macron decidiera disolver la Asamblea Nacional, tras la arrolladora victoria del partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN), en las elecciones europeas del pasado 9 de junio. Desde el Gobierno galo advierten contra los extremos y el oficialismo se posiciona como el dique de contención para frenar el ascenso tanto de RN como del Nuevo Frente Popular (NFP), una coalición de formaciones de izquierda liderada por La Francia Insumisa, del radical Jean-Luc Mélenchon. Ante este panorama político totalmente polarizado, la comunidad judía se encuentra en una encrucijada.
«Esta situación es extremadamente preocupante para el futuro de los judíos franceses, que tienen la sensación de que se les tiende una trampa», confiesa a El Debate el presidente del Consistorio Central israelí de Francia, Joël Mergui. La trampa a la que se refiere Mergui es tener que elegir entre la formación de Le Pen, con un claro pasado antisemita, o la extrema izquierda de La Francia Insumisa, que nunca ha llegado a condenar el atentado terrorista de Hamás del pasado 7 de octubre. «Algunos partidos políticos, sobre todo de izquierdas, como La Francia Insumisa, no dejan de hacer ultrajes contra Israel. Por viles razones electorales, han hecho de la guerra en Gaza su único caballo de batalla político», denuncia este funcionario judío.
Mergui explica que el antisemitismo en Francia «ha aumentado a niveles extremadamente preocupantes y sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial», coincidiendo con el estallido de la guerra en la Franja entre Israel y Hamás. Pero, en su opinión, lo más preocupante es «la aparición de una atmósfera de antisemitismo, alimentada por el odio a Israel y exacerbado por partidos políticos populistas de extrema izquierda». Los datos avalan las declaraciones del presidente del Consistorio Central Israelí de Francia, y es que, durante los tres primeros meses de este año, el país galo ha sufrido más de 360 episodios antisemitas, una media de cuatro al día, lo que supone un aumento del 300 % respecto al mismo periodo del año anterior, según ha informado el propio Gobierno.
Esta tendencia es especialmente preocupante, apunta Mergui, entre las nuevas generaciones, muy receptivas a estas ideas radicales. Según el líder de la comunidad judía gala, una encuesta reciente mostraba que al 35 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años les parece normal atacar a los judíos por su religión. Una situación de inseguridad que quedó en evidencia tras la violación grupal de una niña de 12 años, la semana pasada, en los alrededores de París, por el simple hecho de ser judía. «Este crimen despreciable va más allá de lo que la razón humana puede comprender», denuncia Mergui.
«Cuando el antisionismo se convierte en una arma política para obtener el voto comunista, y se está dispuesto a hacer lo que sea para alcanzar ese objetivo, hay que ser consciente de que se pone en grave peligro a los judíos de Francia, de España y de Europa», subraya el funcionario judío. Hasta el país vecino llegaron las polémicas declaraciones de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, haciendo suyo el lema de Hamás, «Palestina será libre desde el río hasta el mar». «Está pidiendo explícitamente la destrucción del Estado de Israel. Por tanto, anima a las facciones palestinas más extremistas a perseguir este objetivo y galvaniza las mentes más fanáticas de todo el mundo», señala el presidente del Consistorio de París, que representa a unos 300.000 judíos franceses.
La Francia Insumisa supone una enorme amenaza para la comunidad judíaPresidente del Consistorio Central israelí de Francia
Con todo, Mergui explica que los judíos no han olvidado el pasado de Agrupación Nacional, heredero del Frente Nacional. Sin embargo matiza que la formación de Le Pen «ha evolucionado con respecto a Israel, la memoria del genocidio y la denuncia del antisemitismo». Una postura que contrasta con la encarnada por la formación de La Francia Insumisa que «supone una enorme amenaza para nuestra comunidad». En esta misma línea se pronuncia Sara (45 años), abogada judía especializada en Derechos Humanos en París, que asegura que, ante el panorama político francés, son cada vez más los judíos que piensan en votar a RN, entre los que se incluye. «Algo impensable hace una generación», admite a El Debate la joven parisina, que prefiere no dar su apellido.
«Si gana la izquierda en Francia le dará más poder a los musulmanes», confiesa. Sara relata con tristeza que cada vez se producen más ataques contra los judíos y «la prensa libre ni los nombra». La joven francesa recuerda que ya hace años su madre no le dejaba llevar al colegio la estrella de David por miedo a represalias. «Es muy difícil ser judío en Francia», resume con resentimiento. Con todo, una de las voces más influyentes dentro de la comunidad judía francesa como es Serge Klarsfeld, el renombrado cazador de nazis, aseguró hace unos días, en una entrevista con la cadena de televisión LCI, que si se viera obligado a elegir entre RN o la extrema izquierda, votaría al primero. «Agrupación Nacional apoya a los judíos, apoya al Estado de Israel, y es obvio que entre un partido antisemita y un partido projudío, votaré por el projudío», señaló.
Si gana la izquierda en Francia le dará más poder a los musulmanesAbogada judía especializada en Derechos Humanos en París
«El antisemitismo es una antigua enfermedad de la humanidad y conocemos las cotas de horror que ha alcanzado en el curso de la historia», advierte Mergui. La comunidad judía en Francia se enfrenta a un gran dilema de cara a las elecciones legislativas, que tendrán lugar los próximos 30 de junio y 7 de julio. La lista de Macron, Ensemble, aparece en todos los sondeos como la tercera fuerza, muy por detrás de la coalición de izquierda NFP y de RN, que llega incluso a rozar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. La opción de centro, representada por el oficialismo, se queda sin opciones en una Francia totalmente polarizada.