Atentado contra el candidato republicano
EE.UU. descubrió una trama iraní para asesinar a Trump días antes del atentado
No se ha demostrado que exista ningún vínculo entre ese plan iraní y el intento de asesinato de Trump
Las agencias de inteligencia de EE.UU. obtuvieron información sobre un complot iraní para asesinar al expresidente y candidato republicano, Donald Trump, tan sólo unas semanas antes de atentar contra su vida.
Parece ser que no existe ningún vínculo certero entre el malévolo plan iraní y el triste intento de asesinato de Trump. El expresidente como candidato republicano daba un mitin en Butler (Pensilvania), cuando el joven Crooks disparó hiriéndolo en una oreja, matando a un bombero e hiriendo gravemente a otras dos personas.
Las fuerzas del orden confiesan, por ahora, que tampoco posee vínculos con ninguna fuerza terrorista extranjera. Aunque, según la investigación, no se han aportado pruebas todavía para demostrar que actuó como un lobo solitario. Para el FBI, que lidera las pesquisas, el atacante actuó solo usando un fusil semiautomático AR-15 que había sido comprado legalmente su padre.
Convención republicana en Milwaukee
Trump reaparece con un apósito en la oreja y recibido como un héroe por 50.000 asistentes a su convención
La paradoja se vuelve a cernir sobre la vida del político como defensor de las armas. Ya que su sistema de seguridad se reforzó. Aunque el Servicio Secreto se encuentra en entredicho, un guardaespaldas que ejercía de francotirador pudo acabar con la vida del joven atacante sólo 84 segundos después del primer disparo.
Por lo que si no se llegan a enterar de estas amenazas, posiblemente Trump no hubiera contado con tiradores en los tejados que dispararon tras ocho intento balísticos que procedían del asesino.
Al detectar la amenaza iraní, la Casa Blanca dio el aviso a su rival, según declaraciones de un alto funcionario, a la agencia EFE.
Adrienne Watson, como portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, ha confesado que no es la primera vez que Irán amenaza a Trump y a altas autoridades. Ya que no les perdonan que acabara con la vida del general Qasem Soleimaní, exjefe de la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní. La preocupación es tal que Watson lo considera como un asunto de seguridad nacional de la más alta prioridad.
Las amenazas no sólo son contra sino que también afectan a sus hombres de confianza. Como a Mike Pompeo, exsecretario de Estado, o a John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Ambos continúan protegidos por un equipo de seguridad que salvaguarda sus vidas.
Recordemos que en España, el que fuera exlíder del PP en Cataluña y cofundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras, declaró creer que los ayatolás habrían querido matarlo cuando un asaltante le disparó en la cabeza. Una hipótesis que el político apuntó desde el hospital. Ayari fue capturado el 6 de junio cuando iba a cometer otro asesinato por encargo y con «connotaciones políticas». Su caída reforzaba la ‘pista iraní'.