Unión Europea
Defensa, vivienda y una industria limpia: las tres patas de la nueva Comisión Von der Leyen
La candidata popular ha conseguido el respaldo del Parlamento para un nuevo mandato de cinco años al frente del Ejecutivo comunitario
Aunque hasta última hora hubo dudas sobre lo que podía pasar, se cumplieron la mayoría de los pronósticos y Ursula von der Leyen continuará cinco años más al frente de la Comisión Europea. Un sello continuista para mantener el rumbo de Bruselas, pero algunos esperan que haya cambios en ciertos aspectos que fueron claves en la última legislatura y ahora deberían dejar de serlo.
El fin del Pacto Verde es uno de ellos, aunque finalmente no será exactamente así, sino más bien una reformulación. El Partido Popular Europeo tenía claro desde un principio que la deriva ecologista que había tomado la Comisión tenía que terminarse, pero la falta de apoyos para afianzar un segundo mandato de Von der Leyen ha obligado a renunciar a esa idea y convertirla en algo diferente. El Pacto Verde ahora será mucho más ligero y dirigido a la industria.
Von der Leyen habló de un Pacto de Industria Limpia en su discurso de investidura. La alemana es consciente del daño que ha hecho la política anterior a determinadas empresas y tratará en estos cinco años de paliar los daños con un proyecto de previsión de inversión para empresas sin dejar de lado la lucha por la ecología. La presidenta de la Comisión habló de alcanzar una «Europa descarbonizada» a través de un «mercado líder» del hidrógeno líquido, un intento de compatibilizar la competitividad empresarial con la protección del clima.
Otra asignatura que llega pendiente de la pasada legislatura es la defensa del territorio y de la seguridad en Europa. La guerra que inició Putin a las puertas de la Unión hace ya dos años provocó un terremoto del que todavía muchos socios europeos no se han repuesto. Hizo saltar por los aires la economía de los 27, pero a largo tiempo preocupaba aún mucho más la amenaza de otro posible ataque del Kremlin, esta vez dentro del territorio de la UE.
Estaba claro que Von der Leyen iba a centrar muchos esfuerzos de la nueva Comisión a este aspecto, y lo ha terminado de definir en forma de una nueva cartera que batallará por una industria común de defensa y por la creación de un escudo antiaéreo europeo.
Pero Rusia no es la única amenaza de la seguridad continental. La llegada masiva de inmigrantes a las costas de los 27 hace insostenible la situación en algunos países, por lo que Bruselas habla ya de poner el foco en el Mediterráneo con una cartera específica dedicada a este área. Un guiño a Meloni, cuyo partido no votó finalmente a la alemana, pero que estaría muy interesada en que el comisario italiano fuese el encargado de este cometido.
Más llamativa fue la idea de Von der Leyen de crear una cartera de Vivienda cuando la Unión no tiene competencias en este aspecto. La nueva presidenta considera que Bruselas tiene que trabajar en conjunción con determinadas ciudades y con los Estados miembros para que todas las familias puedan tener una vivienda a «precios accesibles», un cometido difícil de abordar para el que quiere contar con la participación del Banco Europeo de Inversiones.
De la mano de Nadia Calviño, la líder del Ejecutivo comunitario pretende que el BEI fomente la inversión para desarrollar viviendas de protección oficial que sean accesibles para el público general.
25 nombres por elegir
Todo este proyecto que ha diseñado Von der Leyen junto a su equipo será encomendado a un Gobierno de 27 personas en el que una de ellas es la presidenta y otra es la que fuera primera ministra de Estonia Kaja Kallas, que se encargará de la diplomacia europea tras ser nominada por el Consejo.
El resto de carteras están pendientes de repartir y será la presidenta de la Comisión la encargada de ese cometido. Para ello, si hace lo mismo que en la anterior legislatura, solicitará a los 25 Estados que faltan –Alemania y Estonia ya cuentan con representación– que postulen dos nombres, un hombre y una mujer, para el nuevo Ejecutivo, de tal forma que Von der Leyen pueda jugar con el perfil de cada uno de los candidatos y con su género, para lograr un equipo de Gobierno igualitario.
Algunos Estados son reacios a esa idea de la presidenta, ya que el puesto de comisario se asume como un puesto de confianza a modo de pago por servicios prestados en el pasado. Finlandia, Letonia, Irlanda, Suecia, Eslovenia o Eslovaquia tienen la intención de enviar un único candidato y, en el caso de España, será complicado que Pedro Sánchez postule a otro que no sea la vicepresidenta Teresa Ribera. Fue número uno en las listas socialistas con la única intención de entrar en el Ejecutivo comunitario y ni siquiera recogió su acta de eurodiputada. Aspira, de hecho, a asumir la cartera del Pacto de Industria Limpia.