AMLO manipula el Poder Judicial y este acude a la huelga en todo México

Hace cinco día los jueces de la Ciudad de México se pusieron en huelga ante la nueva ley del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), llevando a cabo una manifestación el lunes frente al edificio del Poder Judicial.

La nueva normativa busca reducir el numero de jueces de la Corte Suprema, crear una nueva escuela judicial, establecer sistemas de control más férreos a los magistrados y fijarles plazos para sus sentencias.

La medida más controvertida afecta a miles de jueces mexicanos, incluidos los de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que sean elegidos mediante votación en lugar de ser nombrados en función de sus capacidades laborales y la formación especializada. Por lo que se teme una politización de la Justicia mexicana.

Esta modificación es grave ya que puede poner en su lugar a trabajadores que desconozcan las leyes, y afines al poder, en detrimento de expertos y trabajadores cualificados con años de experiencia que estudian las leyes durante años. Por lo que amenazarían la independencia judicial, violarían las normas jurídicas internacionales y socavarían el Estado de derecho.

Esto supone el mayor cambio radical en décadas que modificaría por completo el sistema judicial.

Una medida que ha provocado una huelga general de jueces y magistrados alrededor de toda la nación hermana. El año pasado mantuvieron un paro durante trece días movidos por una drástica disminución en su salario.

En esta ocasión, el paso decisivo que les lleva a la movilización es que la ley no será prácticamente discutida ni modificada en el Congreso de la Unión, como el órgano depositario del poder legislativo federal de México. Por lo que más de 55.000 trabajadores de los tribunales federales y cientos de juzgados se sumarán a la huelga en los próximos días.

Si bien la maltrecha justicia mexicana posee manchas en un historial controvertido. Aún así suponía uno de los pocos bastiones que no había podido modificar a su antojo el presidente. Además, tanto el ciudadano de a pie (en un país con 55 millones de pobres) o el empresario más potentado podía recurrir a ella sin dilación.

​El futuro de la ley con la presidenta

La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, como delfín de AMLO busca modificar la Constitución Mexicana. Una reforma que puede ejecutar gracias a su mayoría calificada con la que reunió casi el 60 % de los votos. Para ello recurre a proclamas populistas como que esa ley suprema refleja la «jubilación a los 68 años cuando ya se lleva a cabo a los 65». Todo para escudarse en manosear la ley suprema con la que se espera maneje el Poder Judicial, todavía más, a su antojo en detrimento de la democracia.

Por su parte, la política de Morena (el partido fundado por AMLO) se justifica alegando que «el pueblo eligió un sistema de justicia igual para todos y todas, que separe el poder económico del poder judicial», en presencia de Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.