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19 de septiembre de 2024

Starmer afronta su primera crisis en el poder

Starmer afronta su primera crisis en el poderEFE

Disturbios en Inglaterra

Starmer satura las cárceles del Reino Unido tras las masivas detenciones de manifestantes antinmigración

Retrasos en el sistema judicial están suponiendo un perjuicio para las víctimas y los testigos mientras el primer ministro defiende una liberación de presos para aligerar las cárceles del país

Al primer ministro de corte progresista del Reino Unido, Keir Starmer, se le complica su mandato cuando tan sólo lleva un mes, dos semanas y un día en el cargo. Como antiguo barrister, uno de los dos tipos de abogados de nivel superior que existen en Inglaterra, conoce a la perfección las leyes de su país.

Precisamente por este motivo, no se encontrará cómodo con la crisis creada por el hacinamiento en las cárceles pese a que el Reino Unido es un país rico con importantes recursos para construir más centros de detención. Ante la complicada encrucijada judicial Starmer ha declarado: «Hemos tenido que lidiar con la tensión adicional del desorden de las últimas semanas».

Sin embargo, se le resiste el sistema de justicia penal luego de que su gobierno se vio obligado a implementar más medidas de emergencia para prevenir el hacinamiento en las cárceles tras verse inundado de alborotadores en diferentes concentraciones.

Según Stephen Parkinson, director de la Fiscalía Pública, la detención de miles de manifestantes hace necesario una «inversión considerable» en el sistema de justicia penal.

Unos disturbios, provocados por grupos de indignados, que comenzaron el pasado 30 de julio como respuesta a diferentes actos violentos llevados a cabo por inmigrantes.

La Policía Nacional del Reino Unido, anunció el martes 13 de agosto, que los acusa de ataques racistas contra inmigrantes, sobre todo hacia el colectivo musulmán. Los altercados comenzaron como consecuencia del asesinato de tres niñas de nueve, siete y seis años por parte del ciudadano Axel Rudakubama, británico de 17 años de padres ruandeses, que cometió el crimen el pasado mes de julio.

Se prevé que se lleven a cabo más procesamientos, ya que el Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC) dijo que la Policía había arrestado a más de 1.000 personas en relación con los disturbios violentos, tal y como informó The Times.

La última vez que Gran Bretaña fue testigo de disturbios generalizados fue en 2011, cuando el tiroteo fatal de un hombre negro por parte de la policía desencadenó varios días de violencia callejera, tal y como recuerda Reuters. Se consideró que una acción judicial rápida y dura ayudó a sofocar esos altercados, cuando alrededor de 4.000 personas fueron detenidas durante varias semanas.

En esta ocasión, Starmer se ha visto obligado a crear un plan de contingencia para remediar la falta de espacio en las cárceles inglesas denominado 'Operation Early Dawn' (Operación Amanecer Temprano). Esto significa que, a partir del 10 de septiembre, los detenidos en comisarías de policía pendientes de juicio permanecerán bajo custodia hasta que haya hueco en las cárceles. Anteriormente, Starmer estableció los juicios rápidos para escarmentar y asustar a los violentos con penas inmediatas de cárcel.

Protagonizando un descrédito para sus políticas ya que nada más tomar el poder se dirigió a las fuerzas del orden para pedirles una actitud más laxa ante las detenciones. Una premisa laborista que tuvo que desterrar cuando las manifestaciones llegaron a todo el territorio inglés, desde Southport para expandirse por todo el Reino Unido llegando a Liverpool (noroeste), Hull (noreste), Belfast (Irlanda del Norte) y Leeds (norte).

Aún así, el primer ministro comentó recientemente en un claro aviso a los señalados por pertenecer a grupos de exaltados ligados al fútbol y a la derecha dura: «Hemos podido demostrar que si cometes un desorden, puedes esperar ser llevado rápidamente al sistema de justicia penal, y continuaremos en esa línea», sentenció.

En dos semanas han entrado en prisión más de cien condenados por los disturbios y otros 577 han sido acusados. El problema es que tan sólo existen 340 ya no celdas, si no espacios libres en las prisiones. Mientras, se acelera la construcción de dos módulos de 500 plazas en una población reclusa de 88.225 presos.

Una de las controvertidas iniciativas de Starmer pasa por la liberación de presos para todos aquellos que ya hayan cumplido el 40 % de su condena (ahora está en el 50 %) siempre y cuando no esté cumpliendo pena por delito sexual, abuso doméstico, asesinato o terrorismo.

Si en Francia se esperaban altercados fruto de una población violenta instigada por la polarización política, puede que Reino Unido siga sus pasos con grupúsculos de reclusos que consigan una rápida libertad. Entretanto, Parkinson pide desde la toma de su cargo, en noviembre, como encargado de la Fiscalía Pública, una revisión urgente del sistema de justicia penal.

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