Elecciones Venezuela 28-J
Así se ha gestado la reelección fraudulenta de Nicolás Maduro
Caryslia Beatriz Rodríguez, que ostenta el máximo cargo en la judicatura venezolana, ha leído la autoproclamación del líder chavista, al que guarda pleitesía
Mediante la Corte Suprema de Venezuela, Nicolás Maduro se ha aferrado al poder autoproclamándose presidente de Venezuela durante el sexenio de 2025 a 2031. Una sentencia que ha leído Caryslia Beatriz Rodríguez, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela.
Un dictamen judicial que da por buenos los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), otro organismo a las órdenes del régimen dictatorial, que ha dado por ganador al actual presidente sin que presente las actas electorales. Esta fraudulenta victoria se llevaba fraguando desde el día anterior a los comicios celebrados el 28-J.
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Una farsa que ni tan siquiera contó con los más de ocho millones de venezolanos que se han visto obligados a emigrar (más de los que emigraron, por ejemplo, por la guerra de Siria) que protagonizan la mayor diáspora mundial. Una huida que se dio mientras los tentáculos de Maduro se desplegaban por todas las instituciones.
Sirva como ejemplo Caryslia Beatriz Rodríguez, que pedía el voto para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, pronunciado peseuve). «Mañana todos y todas a ratificar la democracia», aseguraba mientras solicitaba apoyo para Maduro a pesar de la neutralidad exigible a su cargo.
Este 22 de agosto, Rodríguez consumaba el dictamen del autócrata: «Esta sala certifica de forma inobjetable el material electoral peritado y convalida los resultados de la elección presidencial del 28 de julio».
Maduro había pedido al TSJ «certificar» su victoria. Por lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha sentenciado, mediante un sainete, que el mandatario venezolano habría obtenido el 52 % de los votos. Sin embargo, las actas que recopiló la oposición demuestran que el triunfo es de González, con el 67% de las papeletas.
En la explicación de la sentencia se aclara que el dictador se sostiene en el poder debido a «los resultados obtenidos en el proceso de peritaje». «Podemos concluir que los boletines emitidos por el CNE están respaldados por las actas de escrutinio emitidas por cada una de las máquinas de votación desplegadas en el proceso electoral», anunció Rodríguez desde la sede del TSJ. Lo cierto es que no se ha aportado el total de las actas verdaderas.
Minutos antes de que el fraude se perpetrara mediante el Supremo, la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de la ONU había alertado sobre la falta de independencia e imparcialidad tanto de esa Corte como del CNE, que «han representado un papel dentro de la maquinaria represiva del Estado».
La ONU se ha visto obligada a avisar de que el Comité de Postulaciones Judiciales fue controlado por la misma Asamblea. Una cámara, que ejerce el Poder Legislativo venezolano, con una mayoría oficialista que nombró a 20 de esos magistrados del Supremo.