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Los motivos por los que Maduro ha «decretado» adelantar la Navidad en Venezuela al 1 de octubre

La medida populista es más que una cortina de humo para tratar de ocultar el fraude electoral chavista y la persecución contra la oposición

El dirigente venezolano, Nicolás Maduro, que se ha autoproclamado presidente tras unas elecciones en las que las pruebas de fraude son muy numerosas, realizó el pasado lunes un anuncio que no dejó indiferente a nadie. En Venezuela comenzará la Navidad el 1 de octubre. Así lo ha decretado el autócrata venezolano.

Durante la emisión el pasado 2 de septiembre del programa de televisión Con Maduro+, el cual comanda el propio dirigente chavista, Maduro anunció que «en homenaje a ustedes (pueblo venezolano) en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el primero de octubre». El dictador inició su intervención repitiendo en varias ocasiones que «septiembre ya huele a Navidad», a pesar de que aún quedan casi cuatro meses para esta fecha tan señalada en el calendario católico.

Un cambio en la festividad navideña que fue jaleado con vehemencia por el público asistente en el plató, pero que tiene unas consecuencias muy relevantes que explican el porqué de esta medida que, a priori, parece un disparate populista.

Motivos del adelanto

El primer motivo y más evidente es el tratar de crear una cortina de humo que oculte el escándalo político en el que vive Venezuela desde las elecciones fraudulentas celebradas el pasado 28 de julio. Unos comicios tras los cuales Maduro, a través del Consejo Electoral chavista de Venezuela, se autoproclamó ganador con el 51,2 % de los votos a pesar de no mostrar ningún acta electoral que certificara estos datos.

También trata de desviar la atención de la persecución sistemática, violenta y judicial con la que el Ejecutivo de Maduro trata de someter y acallar a la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Este segundo ha recibido una orden de detención de la Fiscalía de Venezuela, acusado de usurpación de funciones y falsificación de documento público por mostrar las actas oficiales que le certifican como legítimo vencedor de las elecciones.

La otra razón para el adelanto de la Navidad son los repartos de alimento a la población que el Gobierno de Venezuela suele realizar cuando se acercan los últimos días del año. Con motivo de la Navidad, y para que las familias puedan reunirse y celebrar las fiestas, el Gobierno acostumbra a llevar a cabo un «plan especial de reparto» entre la población. Este plan consiste en llevar a los hogares más humildes un «pernil», un plato típico que consiste en una pata de cerdo y que una gran parte de la población no se puede permitir comprar debido a la extrema pobreza en la que la sociedad venezolana se encuentra desde hace años.

Adelanto navideño en 2020 y 2021

Pero a pesar de lo estrambótico de la medida, no es la primera vez que Maduro decide adelantar la celebración de la Navidad. En el año 2020, anunció el comienzo de las festividades para el 15 de octubre y en el 2021 repitió la medida y lo adelantó al día 4 del mismo mes.

Este año la estrategia es la misma, a pesar de que el contexto es distinto. En 2020 y 2021 la pobreza generalizada se podía justificar a través de la pandemia del coronavirus que golpeó al ya maltrecho sistema venezolano. Pero ahora, en el 2024, el Gobierno utiliza de nuevo esta táctica para influir en la opinión pública, mantener la lealtad de sus seguidores y tratar de ocultar sus artimañas para acabar con los disidentes.

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) ha rechazado el uso político de la festividad. «La Navidad es una celebración de carácter universal. El modo y el tiempo de su celebración compete a la autoridad eclesiástica. Esta festividad no debe ser utilizada con fines propagandísticos ni políticos particulares», ha expresado la entidad religiosa en un su perfil de Instagram.