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Nancy Faeser, ministra del Interior de Alemania, explica los acuerdos de los 'Países del Proceso de Berlín'AFP

Alemania reforzará con la UE «la lucha contra la inmigración irregular»

Berlín ha incluido al Reino Unido y a seis países de los Balcanes occidentales para conseguir frenar la inmigración, el tráfico de personas y la criminalidad

La ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, acordó este martes con sus homólogos de varios países de la Unión Europea (UE), Reino Unido y seis países de los Balcanes occidentales intensificar la cooperación en la lucha contra la inmigración irregular, el tráfico de personas y la criminalidad organizada.

«Hemos acordado que la cooperación que ya se produce a nivel policial se intensificará. Para nosotros es especialmente importante mejorar el intercambio de datos con los países de los Balcanes occidentales en el ámbito de la gestión migratoria y de la criminalidad organizada», declaró Faeser en una rueda de prensa al término del encuentro.

La ministra alemana subrayó que los participantes en la conferencia pidieron que los potenciales miembros de la UE se vinculen lo antes posible al sistema Eurodac. Para recoger datos biométricos de los refugiados e inmigrantes que pasan por su territorio, en el marco del proceso de adhesión a la Unión Europea, tal y como informa EFE.

«Hemos hablado también de la aplicación de instrumentos policiales que usamos ya de forma muy exitosa en fronteras comunitarias y pueden extenderse de forma análoga a las fronteras de los países de los Balcanes occidentales», dijo Faeser, en alusión al uso de patrullas y centros policiales conjuntos.

También se abordó la necesidad de reforzar el proceso de devolución de solicitantes de asilo rechazados y otros inmigrantes a través de la agencia europea de fronteras Frontex y de forma bilateral. Así como ampliar las capacidades de los cuerpos que vigilan las fronteras.

Precisamente este martes despegó de Alemania, según informaron los medios germanos, un avión con 36 solicitantes de asilo rechazados que serán devueltos a Serbia y Macedonia del Norte.

'Seguir el dinero' de las mafias

Faeser aludió también al compromiso de intensificar la cooperación a nivel administrativo en la lucha contra la criminalidad organizada, implicando a las agencias financieras y sociales en el intercambio de datos, en base al principio 'seguir el dinero'.

El objetivo es poder «identificar, congelar y confiscar» con mayor rapidez las fortunas criminales, destacó la ministra.

Finalmente, Faeser se refirió también a la lucha contra los traficantes de personas, en concreto a la prostitución forzada, y aseguró que los participantes en la conferencia han acordado una cooperación más estrecha de sus agencias de investigación.

El formato del Proceso de Berlín fue lanzado por el Gobierno alemán en 2014 con el objetivo de impulsar el acercamiento de los países de los Balcanes occidentales a la UE y en el participan Austria, Bulgaria, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Eslovenia y el Reino Unido, así como diversas instituciones, entre ellas la Comisión Europea (CE).

Más controles fronterizos

La conferencia se produce en un momento en el que la migración vuelve a encabezar la agenda política en Alemania, después de que un ataque yihadista matara a tres personas el mes pasado y del avance de la derecha dura en sendas elecciones regionales.

Este lunes entraron en vigor los nuevos controles fronterizos que Alemania ha implantado en sus fronteras occidentales y septentrionales. Se suman a los que existen desde hace ya casi un año en los límites del este y del sur.

La medida ha causado polémica y protestas tanto dentro de Alemania como de parte de algunos países vecinos, que temen verse obligados a hacerse cargo de inmigrantes irregulares que en un principio solo quieren atravesar su territorio.

Los controles ya existentes ya han sido causa de tiranteces con Polonia, en cuya frontera se implantaron a finales de 2023.

Berlín ha echado en cara a Varsovia dejar vía libre a los inmigrantes y solicitantes de asilo que tratan de cruzar a Alemania, en lugar de interceptarlos como sería su obligación legal. Mientras el Gobierno polaco aduce que el supuesto «efecto llamada» es fruto de la política de Alemania y por tanto su responsabilidad.