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Sheinbaum toma la mano de López Obrador en su toma de posesión como presidenta

Sheinbaum toma la mano de López Obrador en su toma de posesión como presidentaAFP

Sheinbaum proseguirá la estrategia fallida de AMLO: «No va a regresar la guerra contra el narco»

En una inusitada escena violenta, con cifras récord de asesinatos, la reciente presidenta de México huye de la confrontación al todopoderoso crimen organizado

En medio de una violencia sin parangón la presidenta izquierdista, Claudia Sheinbaum Pardo, acaba de presentar su estrategia nacional de seguridad. Un plan enfocado en «atender las causas de la violencia» y que huye de una posible «guerra contra el narcotráfico». El Gobierno anterior, también perteneciente a Morena (el Movimiento de Regeneración Nacional creado por López Obrador), vapuleó el récord histórico con más de 190.000 asesinatos registrados durante el sexenio.

En un escenario peligroso para ejercer la política en México, tal y como refleja el salvaje asesinato de ayer de Alejandro Arcos, de 43 años y alcalde de Chilpancingo, en el estado de Guerrero. Cuando se cumplían sólo seis días de su llegada al cargo municipal. Admitió antes de ser investido que no podría hacer frente del todo al crimen organizado, mayor en poder y número que las autoridades locales.

El cuerpo de Alejandro apareció en el interior de una furgoneta. Su cabeza en el techo del mismo. Un modus operandi, habitual entre las bandas organizadas, que mediante esta fórmula de terror envían un claro mensaje para futuros candidatos que se atrevan a enfrentarse a ellos. Hace apenas tres días asesinaron a Francisco Tapia, secretario del mismo Ayuntamiento. Un ejemplo que refleja la brutalidad que padece la nación hermana.

Sheinbaum hereda un país que registra más de 30.000 asesinatos a sangre fría al año durante el mandato gubernamental del anterior presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Una legislatura que se despide como la más violento de México con más de 200.000 homicidios dolosos.

No obstante, Sheinbaum no piensa cambiar la táctica de AMLO que promulgaba por doquier mediante su sempiterno «abrazos, y no balazos» para hacer frente a las feroces garras del narcotráfico.

La dirigente asegura que no va a regresar a la 'guerra contra el narco' mientras buscará la «prevención, atención a las causas, inteligencia y presencia». Al igual que AMLO le gusta usar frases grandilocuentes para llegar a los sentimientos del pueblo cada vez que un problema estratosférico, como es la violencia en México, les acucia: «La paz y la seguridad son fruto de la justicia en todos los sentidos», exaltaba hoy.

Lo cierto es que la tasa de asesinatos se situó en el 27 %, por cada 100.000 habitantes, desde que AMLO alcanzó el poder. Sin embargo, Sheinbaum no actuará contra las causas directas que provocan la brutalidad en México.

La científica judía promete «fortalecer» la política de López Obrador para atender las causas de la violencia con programas sociales. Es decir, busca dar trabajo estatal, con las consiguientes subvenciones, para evitar que los jóvenes caigan en las redes, cada vez más afiladas, del crimen organizado que campa por sus anchas en México.

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