Starmer fracasa en su plan contra «la violencia doméstica» con la liberación de otros 1.100 presos
El primer ministro deja en la calle a delincuentes por la saturación en las cárceles pese a prometer mano dura durante la campaña
El Gobierno británico ha informó de que pondrá en libertad desde este martes a otros 1.100 presos en Inglaterra y Gales, antes de cumplir sus condenas, para reducir la saturación en las cárceles.
El controvertido plan, que llevará a cabo el laborismo inglés (considerado la izquierda inglesa), se produce tras su reciente victoria en las elecciones de hace poco más de tres meses, después de 15 años en el poder de los conservadores.
Un fracaso en las medidas del primer ministro, Keir Starmer, ya que aseguró, durante la campaña, una posición férrea para aquel que no cumplieran la ley.
Además, hay que añadir que Starmer prometió mano dura para los culpables de violencia doméstica. Una nomenclatura que, aún habiendo ejercido como abogado y director de la Fiscalía General de la Corona, no ha conseguido modificar como violencia de género.
El primer ministro se propuso crear juzgados especializados en la violencia de género y equipos de especialistas, pero Nicole Jacobs como Alta Comisionada para la Lucha contra los Abusos Domésticos le ha desbaratado sus planes debido a la crisis de las prisiones en el Reino Unido.
Este es el segundo grupo de presos que se beneficiarán de esta salida anticipada, después de que 1.750 prisioneros salieran de las cárceles el pasado mes de septiembre.
En una declaración parlamentaria, la ministra británica de Justicia, Shabana Mahmood, afirmó hoy que se deben revisar las condenas de los presos para abordar la actual crisis penitenciaria.
«Siempre habrá un lugar para la prisión y siempre habrá delincuentes que deban ser encerrados. Pero también debemos ampliar la gama de castigos que utilizamos fuera de la prisión y considerar cómo castigamos a los delincuentes que han infringido nuestras reglas, pero no son un peligro para la sociedad», añadió.
Para ello, la ministra precisó que pondrá en marcha una revisión de las condenas para garantizar que «nunca más estemos en una posición en la que tengamos más presos que espacio en nuestras cárceles».
Varios de los que salen de prisión proceden de prisiones abiertas, lo que significa que han estado trabajando para su rehabilitación.
La población en las cárceles en Inglaterra y Gales ha crecido a un ritmo de 4.500 al año.
El número de presos en las cárceles inglesas y galesas alcanzaba el pasado septiembre a 88.521 personas. Una cifra récord, que se vio incrementada tras el encarcelamiento de acusados por los disturbios violentos, el pasado mes de agosto, por manifestaciones antiinmigración en varias ciudades británicas.