Boric contra, las cuerdas: acusan a su ex número dos de Interior de violación

A pocos días de las elecciones municipales y regionales y cuando le queda algo más un año de Gobierno, el residente chileno, Gabriel Boric, enfrenta un evento grave y de consecuencias impredecibles. Los hechos se remontan al pasado mes de septiembre, cuando Boric estaba en Nueva York y la ministra del Interior, Carolina Tohá, ejercía como subrogante de la presidencia. Por su parte Manuel Monsalve, médico socialista y subsecretario del Interior, reemplazaba en su cargo a Tohá. Hace una semana explotaba una bomba de racimo, tras la denuncia de una subordinada de Monsalve de 32 años, que expuso a la Policía que había sido violada por Monsalve unas dos semanas antes.

La mujer ha declarado que Monsalve desde hace un tiempo la acosaba y que le ofreció un ascenso y un mayor salario. La funcionaria es hija de otro socialista de la Región del Bio Bio, que conoce bien a Monsalve. El hecho más grave se produjo tras un mensaje de texto encriptado, que Monsalve envió a la joven, citándola a un restaurante peruano ubicado a unas seis cuadras del Palacio de la Moneda. Allí, habrían conversado y consumido pisco sour en abundancia. El licor famoso en Perú y en Chile, tiene efectos rápidos.

Más tarde, ambos habrían salido del lugar en un taxi con destino al hotel donde Monsalve se hospedaba. La joven declaró que no recuerda nada de lo sucedido y que despertó con Monsalve desnudo. Luego, ambos dejaron el hotel. Tras lo sucedido y después de la denuncia de la joven, se enteraron Boric y Tohá, pero no solicitaron la renuncia de Monsalve hasta dos días después. En el intertanto, Monsalve ocupó un avión de la Policía para informar a su familia en el sur de Chile, e incluso acompañó a Tohá al debate, en la Cámara de Diputados, sobre los presupuestos de la nación.

Con los días se han ido conociendo detalles increíbles, como por ejemplo, que Monsalve el día de los hechos no tenía escolta pues habría pedido que lo dejaran solo ese día. También se ha conocido que el mismo Monsalve instruyó al área de Inteligencia de la Policía chilena que revisara las cámaras de seguridad del restaurante y del hotel, para verificar los detalles del estado en que salió de uno y entró al otro. Se sospecha que el Gobierno quiso esconder el tema, hasta después de las elecciones de este fin de semana.

Monsalve fue reemplazado por Luis Cordero, ministro de Justicia y Derechos Humanos, quien a su vez fue reemplazado por Jaime Gajardo, abogado comunista. Con esto el Gobierno de Boric incluye en su gabinete cuatro comunistas en cargos claves. Lo sucedido ha generado un quiebre dentro del Ejecutivo, entre quienes justifican lo injustificable y otros que están enfurecidos con los sucedido. Se espera esta semana la formalización de Monsalve y su eventual prisión preventiva. Quién era responsable de la seguridad interna de Chile, podría pronto estar tras las rejas.

En paralelo, Boric enfrenta varios eventos de mucha gravedad, como la investigación de recursos del Estado asignados a fundaciones fraudulentas ligadas a miembros de su Gobierno y también la crisis del Poder Judicial, que ya generó la expulsión de una ministra del Tribunal Superior de la República. Lo grave de todo esto es que en Chile aumentan de manera exponencial los asesinatos y crímenes, cuya solución estaba en manos de la dupla Tohá- Monsalve.

Adicionalmente, Carolina Tohá se perfilaba como candidata presidencial para competir contra la hoy alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien aparece en las encuestas como la favorita. En este escenario la izquierda chilena está desesperada y encuentra en Michelle Bachelet su tabla de salvación, aunque ella preferiría ser secretaria general de la ONU, lo que depende de quién será el ganador en la elecciones en Estados Unidos. Por ahora, se esperan los avances en las investigaciones de cómo el pisco sour gatilló una crisis profunda, en el corazón del Gobierno del joven ultraizquierdista Gabriel Boric.