Sueño Georgiano gana las elecciones por cuarta vez consecutiva y la oposición se niega a reconocer los resultados
Cerca del 90 % de los electores ejercieron el voto electrónico bajo la supervisión de miles de observadores nacionales e internacionales
El partido prorruso, Sueño Georgiano, se alza como vencedor de las elecciones parlamentarias al recibir el 53,054 % de los votos después del escrutinio del 72,36 % de los colegios electorales. Esta es la cuarta vez consecutiva que el mismo partido gana las elecciones al Parlamento de Georgia, hecho que el fundador de la agrupación, Bidzina Ivanishvili ha calificado como «muy poco usual». «Nuestro país se convertirá en uno de los estados más exitosos del mundo en los próximos cuatro años», vaticinaba.
Hubo una novedad y es que los escaños se han repartido según el sistema proporcional. Además, cerca del 90 % de quienes ejercieron el voto lo hicieron de forma electrónica.
Un total de 2.060.412 ciudadanos acudieron a las urnas, que representan el 58,59 % del padrón electoral. Los comicios fueron supervisados por más de 1.700 observadores extranjeros de 76 organismos internacionales y más de 23.000 locales de 111 organizaciones nacionales.
«Es una victoria de todo el pueblo de Georgia», afirmó el primer ministro georgiano, Irkli Kobajidze, ante quienes se encontraban frente a la sede del partido para celebrar los primeros resultados expedidos por la Comisión Electoral Central (CEC). Con estos resultados, Sueño Georgiano puede conformar un nuevo Gabinete de ministros.
Los bloques opositores que les siguen son Coalición por los cambios, que obtuvo un 11,17 % de los votos, y Unidad, con 9,84 %. Por su parte, Georgia Fuerte se alzó con el 8,99 % y Gajaria por Georgia, un 8,2 %.
Georgia se encuentra en creciente tensión con Occidente, unas relaciones cada vez más frías con la Unión Europea (a la que pretende ingresar) y en acercamiento hacia el Kremlin.
El secretario general del partido y alcalde de Tiflis, Kaja Kaldze, afirmaba que una de las prioridades de la formación es «relanzar las relaciones con Occidente» y aseguraba que mejorarán. Sin embargo, avisa de que se deben tener en cuenta «los intereses de los georgianos».
«Elecciones robadas»
Sin embargo, la oposición no cree en estos resultados y ya alertaban de un posible fraude antes de celebrarse las elecciones. El diputado del bloque Unidad, Armaz Ajvlediani, decía que «la CEC se ha subordinado al régimen policial de Bidzina Ivanishvili. En realidad vencimos. Necesitamos dar pasos firmes y eficaces».
No fue el único que alzó la voz. El líder del Partido Laborista de Georgia, Shalvá Natelashvili, acusó a Moscú de adulterar los resultados. «Fueron falsificadas siguiendo el método ruso», aseveraba.
La presidenta del partido Movimiento Nacional Unido, Tinatin Bokuchava, fue explícita. «No aceptamos los resultados de las elecciones robadas y no tenemos la intención de reconocerlas». El líder de la Coalición por los Cambios, Nikoloz Fvaramia, mostró la misma postura, tildando los comicios de «un golpe de Estado al sistema constitucional» de Sueño Georgiano. «Tendrá que reconocer la victoria de la oposición. No reconocemos los resultados de las elecciones. En Georgia ha tenido lugar la usurpación del poder», sentenciaba.