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Agentes de Policía, alrededor de un autobús tras el partido de fútbol entre el Ajax y el Maccabi Tel Aviv, en Ámsterdam

Agentes de Policía, alrededor de un autobús tras el partido de fútbol entre el Ajax y el Maccabi Tel Aviv, en Ámsterdam

Israel envía aviones a Ámsterdam para rescatar a los aficionados del Maccabi tras ser atacados por manifestantes propalestinos

Al menos diez israelíes han resultado heridos, cinco de ellos han tenido que ser hospitalizados, en enfrentamientos que el presidente del país hebreo, Isaac Herzog, ha calificado de «pogromo antisemita»

Miles de hinchas del Maccabi del Tel Aviv, uno de los mayores equipos de fútbol de Israel, se concentraron este jueves en Ámsterdam, Países Bajos, para disfrutar del partido entre su equipo y el Ajax. Sin embargo, una noche que debía ser simplemente un encuentro festivo se tornó en un infierno. Los seguidores del Maccabi se vieron sorprendidos por violentos ataques de corte antisemita en los que hasta diez israelíes resultaron heridos, cinco de ellos tuvieron que ser hospitalizados. Las imágenes que circulan por redes sociales muestran a los israelíes siendo golpeados y perseguidos con cuchillos por manifestantes propalestinos.

Las autoridades neerlandesas aseguraron que hasta 62 personas han sido detenidas en relación con los incidentes de la noche de este jueves, mientras que el primer ministro, Dick Schoof, condenó rotundamente los «ataques antisemitas». En esta misma línea, el mandatario neerlandés confesó que había seguido «con horror» los acontecimientos y señaló que ya se había puesto en contacto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al que aseguró que «los autores serán localizados y procesados». Israel, por su parte, anunció el envío de dos aviones de «rescate» a Países Bajos.

Las autoridades hebreas, además, instaron a sus ciudadanos a refugiarse en sus hoteles, hasta que llegaran las aeronaves. El presidente israelí, Isaac Herzog, tildó los hechos de «pogromo antisemita». «Vemos con horror esta mañana las chocantes imágenes que, desde el 7 de octubre, esperábamos no volver a ver», afirmó Herzog. El ambiente ya era tenso incluso antes del inicio del partido. Cientos de aficionados del Maccabi se reunieron en la céntrica plaza Dam, donde también había manifestantes pro-Palestina, mientras que se lanzaban acusaciones cruzadas y los hinchas del equipo de Tel Aviv arrancaban banderas palestinas, lo que derivó en los primeros enfrentamientos.

Los hechos terminaron por precipitarse al finalizar el encuentro. Vídeos difundidos en redes sociales muestran a israelíes siendo pateados, pisoteados y arrollados por coches, al grito de «Que se joda Israel, Palestina libre». «Fue muy aterrador y sigue dando miedo», relató Or, 38 años, al medio israelí Walla, un seguidor del Maccabi de Tel Aviv que sufrió la persecución. «Alrededor de las 23:30 salimos de la estación de tren y había árabes parados allí como para recibir a quien saliera de la estación, lo notamos, así que salimos por otro lado, pero abordaron a la gente y les preguntaron de dónde eran», explica.

Or señala al medio israelí que, afortunadamente, él junto con un grupo de otras 40 personas consiguieron resguardarse en el hotel, pero que los fanáticos les persiguieron y «lanzaron granadas de humo contra las ventanas». «Fue muy, muy aterrador y ya nos estábamos preparando para lo peor», recuerda. Asimismo, también se reportaron varios desaparecidos que, finalmente, este mediodía los equipos de rescate consiguieron localizar. Las autoridades neerlandesas dijeron que la situación se calmó a última hora del jueves,

Los hinchas del Maccabi aterrizaron, finalmente, este viernes en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv gracias a los aviones fletados por el Gobierno. Aún así, el Consejo de Seguridad Nacional de Israel ha elevado en nivel de alerta para los israelíes y judíos en los Países Bajos. «Evitad los desplazamientos por la calle y encerraos en las habitaciones de los hoteles. Hay que evitar la externalización de los símbolos israelíes y judíos», instó. Estos ataques han provocado la indignación entre todos los políticos israelíes, a pesar de sus diferencias ideológicas.

El ex primer ministro israelí, Naftali Bennett, que recientemente abandonó el gabinete de guerra por diferencias irreconciliables con Netanyahu condenó los hechos en redes sociales y pidió a las autoridades intervenir «por cualquier medio para salvar sus vidas. Despierten». Por su parte, el recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, que viajará hasta Ámsterdam en una «visita diplomática urgente» informó de que había solicitado la asistencia del Gobierno neerlandés para garantizar la salida segura de los ciudadanos israelíes de sus hoteles al aeropuerto.

El político Geert Wilders, cuyo Partido por la Libertad es miembro del Gobierno de Países Bajos, reprobó enérgicamente los ataques. «Parece una cacería de judíos en las calles de Ámsterdam», declaró. «Es una vergüenza que esto pueda suceder en los Países Bajos» y lamentó que su país se haya convertido en la «Gaza de Europa». En su cuenta de X, antes Twitter, la embajada de Israel en Estados Unidos publicó vídeos e imágenes de los ataques junto a un mensaje en el que denunciaba que «la turba que atacó a estos israelíes inocentes ha compartido con orgullo sus actos violentos en las redes sociales».

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