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El Rey de Bélgica estrecha la mano al presidente de la República Democrática del CongoAFP

Condenan a Bélgica por crímenes de lesa humanidad por separar a niños mestizos de sus madres durante la era colonial

El fallo de un tribunal de Bruselas obliga al Estado belga a indemnizar a cinco mujeres mestizas separadas de sus familias durante la época colonial

Un tribunal de apelación de Bruselas ha declarado al Estado belga culpable de crímenes de lesa humanidad por la segregación y secuestro de niños mestizos en el Congo durante la época colonial. El fallo, que reconoce las graves violaciones cometidas contra cinco mujeres demandantes, podría abrir la puerta a una cascada de demandas similares.

Las demandantes, nacidas entre 1946 y 1950, fueron apartadas de sus madres congoleñas a edades muy tempranas y trasladadas a orfanatos, en una práctica sistemática aplicada a los niños mestizos bajo el dominio colonial belga. Según la sentencia, el Estado belga implementó un plan para secuestrar a estos menores «únicamente por sus orígenes», negándoles el derecho a crecer en sus comunidades y atacando su identidad cultural.

Se estima que esta política afectó a cerca de 20.000 niños, marcando un episodio oscuro de la administración colonial belga en el Congo, cuya brutalidad ha sido objeto de creciente escrutinio internacional en los últimos años.

El tribunal reconoció estos actos como constitutivos de crímenes de lesa humanidad, un precedente que contrasta con la decisión de primera instancia, que rechazó esta calificación al considerar que en la época de los hechos no existía tal figura legal.

El fallo obliga al Estado belga a indemnizar a las cinco demandantes por los daños morales sufridos, aunque la cuantía exacta aún no ha sido revelada. Los abogados de las mujeres habían solicitado 50.000 euros para cada una.

Para Michèle Hirsch, abogada de las demandantes, el veredicto representa una «victoria histórica» que reconoce un crimen de Estado largamente silenciado. Hirsch subrayó que este caso tiene un propósito más amplio: «Las víctimas luchan por sus hijos y nietos, porque el trauma de estos crímenes se transmite de generación en generación».

El veredicto también plantea dudas sobre las implicaciones legales y financieras para el Estado belga. Algunos sectores temen que este caso pueda abrir la puerta a un aluvión de demandas similares, tanto por parte de otras víctimas directas como de sus descendientes.

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