El avance de la invasión rusa a Ucrania vista desde un dron

La 12 Brigada de Operaciones Especiales «Azov» del Ejército de Ucraniana realiza reconocimientos aéreos cerca de la ciudad de Toretsk, en la línea del frente en la región de Donetsk. Esto se debe a que el ejército ruso de ha hecho con el control de las principales alturas en la ciudad ucraniana de Toretsk, uno de los principales objetivos de su actual ofensiva en el Donbás.

«A día de hoy podemos decir que todos los edificios altos están bajo el control del Ejército ruso», aseguró el líder de la república popular de Donetsk, Dmitri Pushilin, a la agencia RIA Nóvosti. También añadió que los combates en esa plaza son «cruentos», ya que, adujo, por el momento los defensores ucranianos aún pueden recibir refuerzos.

No obstante el objetivo número uno ahora mismo es Pokrovsk, la conquista de Toretsk -que ha pasado de más de 35.000 habitantes a poco más de un millar desde el comienzo de la guerra- es crucial en su avance en los próximos meses hacia el norte, donde se encuentran Sloviansk y Kramatorsk. Permitiría a los rusos avanzar por la carretera que conduce a la plaza fuerte de Kostiantínivka.

Paralelamente, las tropas de Putin han bloqueado a más de 200 soldados ucranianos en Kurájove, estratégico bastión de la región de Donetsk que está a punto de caer en manos de Moscú, según informaron este domingo las fuerzas de seguridad a medios locales. Además, cerca de 700 soldados ucranianos también habrían sido bloqueados al sur de Kurájove, en la localidad de Hannivka, según Vladímir Rógov, conocido activista separatista en el Donbás.

Las tropas rusas ya izaron el pasado sábado la bandera tricolor en el edificio del Ayuntamiento de la ciudad, cuya conquista significará la toma de la práctica totalidad del sur del Donbás. De esta forma, los rusos tienen el camino expedito hacia Velika Novosilka, próximo objetivo en su lista, y la frontera con la vecina región de Zaporiyia.

El objetivo de la inusitada aceleración de la ofensiva rusa en el Donbás es llegar en la mejor posición negociadora a la investidura del presidente de EE.UU., Donald Trump, y a las futuras conversaciones entre el nuevo inquilino de la Casa Blanca y el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.