Hamás asegura que el acuerdo de tregua «es posible» si Israel no pone nuevas condiciones
Mientras, el Ejército israelí ha anunciado este martes la destrucción de un túnel en Jabalia desde donde una célula de Hamás mató a tres soldados israelíes en diciembre
En el turbulento escenario del conflicto entre Israel y Hamás, la posibilidad de un alto el fuego parece vislumbrarse en el horizonte, marcada por intensas negociaciones en Doha bajo la mediación de Qatar y Egipto. Según declaraciones del grupo islamista, un acuerdo podría ser inminente si Israel cesa de imponer nuevas condiciones. Estas conversaciones llegan en un momento crucial, cuando ambas partes han confirmado avances significativos hacia un posible intercambio de prisioneros y una tregua temporal.
Sin embargo, la guerra no da tregua. Mientras líderes y mediadores internacionales buscan abrir una puerta al diálogo, el Ejército israelí continúa sus operaciones militares en Gaza, destruyendo túneles y enfrentándose a combatientes palestinos.
Las reuniones en la capital qatarí han reunido a delegaciones israelíes y mediadores internacionales en un esfuerzo por salvar las diferencias que aún bloquean un acuerdo. Según fuentes oficiales, el objetivo principal de las conversaciones es cerrar las «lagunas» en las negociaciones previas, incluyendo detalles sobre el número de prisioneros palestinos que Israel estaría dispuesto a liberar a cambio de los rehenes israelíes retenidos en Gaza.
Por su parte, Hamás ha condicionado el avance de las conversaciones a que Israel abandone lo que considera nuevas imposiciones. Este clima de tensión diplomática contrasta con declaraciones optimistas de figuras como el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quien afirmó que el acuerdo está «más cerca que nunca».
La mediación de Egipto y Qatar, históricamente relevantes en este tipo de negociaciones, ha sido crucial. Egipto, además de ser vecino directo de Gaza, mantiene relaciones estratégicas con ambas partes, mientras que Qatar se ha consolidado como un interlocutor clave con Hamás. La implicación de Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, añade una nueva capa de complejidad, pues busca garantizar que los acuerdos no ignoren los intereses de la población palestina en su conjunto.
En paralelo a las negociaciones, el Ejército israelí anunció la destrucción de un túnel en Jabalia, al norte del enclave, donde combatientes de Hamás mataron a tres soldados israelíes en octubre. El túnel, de gran complejidad estructural, simboliza la red subterránea que Hamás ha utilizado durante años para sus operaciones militares, una infraestructura que Israel ha intentado desmantelar de manera sistemática.
Las conversaciones para un alto el fuego no son sólo un intento de frenar el derramamiento de sangre, sino también un examen de las capacidades diplomáticas de las potencias internacionales involucradas. Estados Unidos, Qatar, Egipto y otras naciones desempeñan roles fundamentales en la mediación, con la esperanza de evitar que el conflicto se convierta en un enfrentamiento regional aún más amplio.
Además, el resultado de estas negociaciones podría redefinir la dinámica entre Israel y Hamás, marcando un precedente para futuros intercambios y ceses temporales de hostilidades. Sin embargo, el escepticismo persiste. Los acuerdos previos, como el de noviembre de 2023, han demostrado ser frágiles, y las tensiones subyacentes hacen que cualquier tregua sea sólo un alivio temporal en un conflicto profundamente enraizado.