Patinetes explosivos, esculturas bomba y asesinatos clave: la estrategia de Ucrania para ir debilitando a Rusia
Cuando Ucrania empezó su conflicto con Rusia, hace ahora ya casi tres años, ellos, más que nadie, eran conscientes de la dificultad que se les avecinaba. Esta misma semana, Volodimir Zelenski comentaba en una entrevista con Le Parisien que Ucrania «no tiene fuerza para recuperar los territorios que ha ido perdiendo», a la vez que pedía su enésima «ayuda urgente» a sus aliados.
Sin embargo, desde su posición de inferioridad asumida, Ucrania no se está olvidando de asestar golpes precisos a Rusia. El más reciente, este mismo martes, cuando Igor Kirillov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica del país soviético, fue asesinado cuando explotó una bomba oculta en un patinete eléctrico.
El golpe a Rusia fue doble: por una parte, por el quién. Kirillov es el militar de más alto rango asesinado fuera de la zona de combate desde el inicio de la guerra; por otra parte, por el cómo. Igor fue asesinado en Moscú, en plena capital, con una bomba escondida en un patinete eléctrico, un artefacto que destaca por su abundancia en el territorio ruso. Un golpe directo al Kremlin que el SBU, servicio de seguridad ucraniano, ha reclamado como suyo.
Menos de una semana antes, el 12 de diciembre, el científico ruso Mijaíl Shatski, responsable de la modernización de misiles que tanto daño ha causado en territorio ucraniano, fue asesinado a tiros en un bosque también a las afueras de Moscú. Las dos muertes, la de Shatski y la de Kirillov, demuestran cómo los espías ucranianos han logrado adentrarse hasta el corazón del territorio ruso. Sabían dónde estarían y a qué hora. Los asesinatos en Moscú y otras ciudades rusas no solo muestran la capacidad operativa del SBU para ejecutar misiones complejas en territorio hostil, sino que también plantean serias dudas sobre la seguridad interna de Rusia.
Según Ivan Stupak, exmiembro del SBU, cada operación es cuidadosamente planificada, teniendo en cuenta factores como la accesibilidad del objetivo, su relevancia estratégica y las rutas de escape seguras para los agentes.
Golpes claves a Rusia
La lista de asesinatos no se queda en estos dos mencionados, sino que Ucrania ha estado realizando calculados golpes al gobierno ruso. Por ejemplo, en mayo de 2023, el escritor y combatiente nacionalista Zajar Prilepin, que había firmado un contrato para regresar al frente como parte de la Guardia Nacional, sufrió un atentado con bomba en la región de Nizhni Nóvgorod, donde salvó la vida a duras penas, una suerte mejor que la que corrió su chófer.
Un mes antes, el bloguero Vladlen Tatarski, conocido por su retórica belicista y ser una figura influyente en los círculos nacionalistas rusos, murió a causa de un explosivo oculto en una estatuilla entregada en una cafetería de San Petersburgo por una supuesta simpatizante. Ucrania no hizo declaraciones oficiales, pero fuentes del SBU dijeron que habían sido ellos.
En agosto de 2022, cuando la guerra apenas llevaba unos meses en marcha, Daria Dugina, conocida periodista e hija del ideólogo ultranacionalista Alexandr Duguin, fue asesinada en un coche bomba que, en principio, iba destinado a su padre.
Según la investigación rusa, dos ciudadanos ucranianos participaron en el atentado, en un ejemplo más de cómo Ucrania está logrando tener presencia en los sectores más reservados de la sociedad rusa. Una de ellas era Natalia Vovk, que llegó a territorio ruso desde la ciudad ocupada de Donetsk y se asoció con otra ucraniana que le alquiló un garaje desde donde montaron la bomba.
El hecho de que altos mandos militares y personas destacadas sean eliminadas en territorio ruso pone de manifiesto las vulnerabilidades internas de un régimen que siempre alardea ser invulnerable.
Más allá del territorio ruso, los servicios especiales ucranianos también han dirigido atentados contra funcionarios y aliados del Kremlin en las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, anexadas ilegalmente por Rusia en 2022. Estas acciones, aunque polémicas, son parte de una estrategia para socavar el control ruso en zonas ocupadas y dificultar su administración.
Mientras Rusia continúa su invasión y sigue ganando kilómetros en el frente, Ucrania, en su estrategia de desgaste, no se olvida de efectuar golpes estratégicos y asesinatos clave en el corazón del Kremlin, continuando un conflicto que sigue sin avistar final.