Peter Cooper
Cinematográficamente, más que a Gary Cooper, Sánchez me recuerda al negrito anónimo que sigue al cazador del safari, y cuando aparece el león, abandona la carga, huye y se esconde detrás del tronco del primer baobab que encuentra a su paso
Conozco a un perroflauta con el que no es del todo desagradable tomar una copa. Es correcto, se ducha todos los días y habla poco. Pero cuando abre la boca, sentencia. Me confesó ayer que Pedro Sánchez le recuerda a Gary Cooper en «Sólo ante el peligro». Y se entristeció cuando le recordé que, efectivamente, está en peligro, pero no sólo. El personaje de Gary Cooper no tenía 700 asesores, centenares de periodistas alquilados, medios de comunicación a su entera disposición, un partido de pelotilleros a sus órdenes, y unos pistoleros decididos a mandarlo al otro barrio, y esos maleantes en nada se parecían a Feijóo, que más que un enemigo parece un admirador. —No me refiero a esos detalles sin importancia—, me corrigió el perroflauta, —sino al movimiento, a sus maneras de andar, a su elegancia en y su apenada sinceridad cuando algo le duele y hiere de verdad—. La interpretación de los gestos es libre. Me atreví a insinuarle que Pedro Sánchez se parece menos a Gary Cooper que Ione Belarra a Mary Poppins y Yolanda Díaz a la estupenda y fallecida actriz Rafaela Aparicio, en su versión más divertida y graciosa. Silencio por respuesta.
La tarde-noche de ayer no se prestaba para sentirse alegre. Pero el hombre, que fue de Podemos, posteriormente de Sumar y ahora se siente identificado con Sánchez, agudizaba la melancolía del atardecer. Escribo atardecer y no crepúsculo por respeto a mi querido y siempre presente Antonio Mingote. El genio aborrecía dos palabras. Crepúsculo y ternura. Y cuando la ternura se la aplicaban a su obra, murmuraba: «Ternura, la ternura, qué pedazo de hijo de p…». Pues eso, que el perroflauta establecía semejanzas entre Gary Cooper y Peter Sánchez por su serena entereza ante el peligro y la pena. «No sé si has seguido en la televisión el duelo por el fallecimiento de Marisa Paredes. Cuando se ha presentado Sánchez, sólo, y le han obligado a dar su opinión de Marisa, casi rompe a llorar. Y a mí me gustan los políticos que se enfrentan en soledad a la tragedia y no les avergüenza mostrarse emocionados en público». —¿Cómo Arias Navarro cuando anunció el fallecimiento de Franco?—. Y de nuevo su respuesta no superó los límites del silencio.
No hay que ser crítico de cine para entender de cine, del mismo modo que no es necesario escribir bien para dedicarse a la crítica literaria. Y no es imprescindible montar a caballo para aplaudir un recorrido con cero puntos de penalización en un concurso hípico. En esto del cine yo me dejo influir por dos personajes. Uno de ellos, es un genio del llamado Séptimo Arte, español e ideológicamente libre e independiente. José Luis Garci. Y el otro, también libre e independiente el que fuera fiscal general del Estado cuando aún había Estado, llamado Eduardo Torres-Dulce. Y les adelanto que recibirán mi llamada o correo concernientes a la comparación de mi conocido perroflauta. ¿Son comparables Pedro Sánchez y Gary Cooper en «Solo ante el peligro»? A mí, humildemente, se me antoja que se parecen como un huevo a una castaña, pero la inseguridad me asalta. Sería como establecer equivalencias entre John Wayne y Santos Cerdán, el del coche «todoterreno». Cinematográficamente, más que a Gary Cooper, Sánchez me recuerda al negrito anónimo que sigue al cazador del safari, y cuando aparece el león, abandona la carga, huye y se esconde detrás del tronco del primer baobab que encuentra a su paso durante su veloz carrera. Ahí están las imágenes de Paiporta. Pero no, bajo ningún concepto, a Gary Cooper, que se juega la vida por mantener la Ley en un pueblo de cobardes. Lo del pueblo de cobardes pesebristas sí me suena a algo, pero lo de Peter Cooper, no.
Y ahí dejé al amable perroflauta, con sus comparaciones, emociones y zollipos, mientras la noche presagiaba lluvias matutinas, vientos del norte y marejadas norteñas.
José Luis, Eduardo. Os llamo o escribo hoy por la tarde. Lo de Peter y Gary Cooper no me encaja del todo bien.