Maduro avisa de que está preparado para «tomar las armas» junto con Cuba y Nicaragua si fuese necesario
El presidente venezolano plantea alianzas globales y arenga contra posibles intervenciones extranjeras
El dictador Nicolás Maduro, ratificado el pasado viernes por la Asamblea Nacional venezolana para ejercer un tercer mandato consecutivo como presidente hasta 2031, afirmó este sábado que Venezuela se prepara, junto con Cuba y Nicaragua, para emplear la fuerza militar en defensa de la paz y la soberanía nacional si las circunstancias lo exigen.
Durante la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, organizado por él mismo, Maduro subrayó que su país no vacilará en adoptar medidas de autodefensa si llegara a ser necesario. «Nos estamos organizando con nuestros aliados, Cuba y Nicaragua, así como con nuestros hermanos mayores en el mundo, para garantizar que, si alguna vez debemos tomar las armas, lo hagamos para defender la paz, la soberanía y los derechos históricos de nuestra patria», señaló.
El líder chavista también aprovechó la ocasión para llamar a una «gran alianza global» destinada a combatir lo que describió como amenazas fascistas contemporáneas, en una analogía con las coaliciones que enfrentaron al régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial. «Ochenta años después de aquella gesta, es necesario tocar la campana de alerta de la humanidad. Debemos estar preparados para cualquier escenario, incluso con las armas en la mano y en legítima defensa», sentenció.
Maduro advirtió a sus detractores internacionales, particularmente a los sectores críticos en América Latina y Europa, que «nadie se equivoque con Venezuela». Recalcó que, aunque el Gobierno está dispuesto a avanzar por vías pacíficas, también está preparado para enfrentar con firmeza cualquier intento de desestabilización. «Si es por las buenas, seguiremos adelante; si es por las malas, también saldremos victoriosos para que respeten a nuestro pueblo», enfatizó, en un discurso transmitido por el canal estatal VTV.
Reelección y tensiones internacionales
El acto de juramentación de Maduro como presidente para el período 2025-2031, realizado en un Parlamento dominado por el chavismo, ha sido objeto de severas críticas internacionales. La oposición venezolana, encabezada por Edmundo González Urrutia, denuncia que los comicios del 28 de julio estuvieron plagados de irregularidades y califica la reelección de Maduro como un «golpe de Estado».
A estas críticas se suman voces internacionales, como las de los expresidentes colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque, quienes han planteado abiertamente la posibilidad de una intervención militar en Venezuela. En este contexto, Maduro respondió tajantemente: «Nadie quiere intervención militar ni más sanciones. Es el momento de respetar la autodeterminación de los pueblos».
En un panorama de alta polarización y desafíos tanto internos como externos, el mensaje de Maduro parece apuntar no solo a consolidar su base de apoyo, sino también a enviar un claro aviso a sus adversarios: Venezuela, bajo su liderazgo, no retrocederá ante presiones ni amenazas.