
El primer ministro británico, Keir Starmer
El Reino Unido convoca una cumbre con más de 40 países para combatir la inmigración ilegal
Desde que Starmer llegó al poder, el Reino Unido ha deportado a más de 24.000 personas que no tenían derecho a estar en el país
El Gobierno del Reino Unido presidirá el lunes y el martes en Londres una reunión con más de 40 países en la que se debatirán medidas para combatir de manera coordinada la inmigración ilegal.
La Cumbre de Seguridad Fronteriza, que tendrá lugar en el palacete de Lancaster House, tratará de consensuar estrategias contra las redes criminales que posibilitan los viajes de los migrantes por vías irregulares y las operaciones financieras que los permiten.
Se espera que participen en la cita tanto países europeos, entre ellos España, como representantes de la Unión Europea (UE) y de territorios donde se origina la inmigración, como Albania, China, Vietnam e Irak.
Aunque no se han dado a conocer todos los detalles, fuentes diplomáticas indican que seguramente la reunión será a puerta cerrada con un posible comunicado al final.El Gobierno laborista británico, que llegó al poder el pasado julio, tiene como prioridad en esta legislatura reducir la inmigración tanto legal como ilegal, en particular la llegada irregular de pequeños botes desde Francia a Inglaterra por el canal de la Mancha.
Para ello, ha acelerado las deportaciones de personas indocumentadas y emprendido una campaña publicitaria disuasoria, al tiempo que tramita en el Parlamento cambios en la ley de Seguridad de fronteras, asilo e inmigración para introducir nuevos delitos.
«Que se aborde como el terrorismo»
El primer ministro británico, Keir Starmer, se ha mostrado este lunes a favor de abordar el problema de la migración ilegal de igual manera que el terrorismo, por considerar que el problema de las personas que entran en los países en situación irregular suponen un factor «clave de seguridad global».

Manifestantes británicos contra la inmigración ilegal
«La migración ilegal es un factor clave de inseguridad global. Socava nuestra capacidad de controlar quién viene aquí, y eso enfurece a la gente. Me enfurece, francamente, porque es injusto para la gente trabajadora común que paga las consecuencias» y «es injusto para los propios inmigrantes ilegales, porque son personas vulnerables que están siendo explotadas sin piedad por bandas deshonestas», agregó.
Hay que tratar la delincuencia organizada migratoria de la misma manera que se hace con la amenaza terrorista, dijo Starmer, que pidió «soluciones pragmáticas» para lidiar con el problema.
«Debemos combinar nuestros recursos, compartir inteligencia y tácticas, y abordar el problema desde el principio en cada etapa de las rutas de tráfico de personas», ya desde el norte de África y Oriente Medio hasta las calles británicas.
Recordó que la formación del llamado Comando de seguridad fronteriza del Gobierno británico permitirá ayudar a lidiar con la migración irregular, después de que hubiera una fragmentación entre la policía, la fuerza de fronteras y las agencias de inteligencia.
Dijo que, desde que llegó al poder, el Reino Unido ha deportado a más de 24.000 personas que no tenían derecho a estar en el país, y también comunicó la introducción de legislación que obligará a todas las compañías a investigar a las personas que contratan para establecer si tienen derecho a trabajar en el país.
Se tratará de un sistema que será fácil y que las empresas podrán hacer sin ningún gasto adicional, pero de no cumplir con ello, se enfrentarán a cuantiosas multas, cárcel o el posible cierre de sus instalaciones.