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Jair Bolsonaro y Luiz Inacio Lula Da Silva

Jair Bolsonaro y Luiz Inacio Lula Da SilvaAFP

El Debate en América

Brasil en la encrucijada: letras y números del país que decide su destino

  • Brasil está ante un gran desafío: debe mejorar mucho la competitividad medida por el índice WEF, esto supone mejora institucional, reducir los niveles de corrupción, disminuir la inseguridad e impulsar la infraestructura

  • El turno del caudillo de la izquierda

El país más grande de la región latinoamericana se encamina a una elección clave que enfrenta nada menos que a Lula con Bolsonaro.

El contexto de estos comicios sitúa a varios cambios de gobierno a nivel mundial donde suelen perder los oficialismos, con la novedad reciente del nuevo Gobierno italiano y ante la inminencia de las elecciones de medio término en Estados Unidos donde parecería que perderán los demócratas liberando el campo de juego a Trump para la elección general del 2024.

La región viene votando a la centroizquierda en la postpandemia y ya desde antes. El mapa latinoamericano obedece en líneas generales a ese color político e ideológico desde México a Tierra del Fuego. Bolsonaro es una excepción por su extremo ideológico en la región, para algunos una suerte de Trump tropical.

Se está combatiendo con tasa de interés mas elevada el embate inflacionario. Sobre todo la guerra es el cisne negro de 2022, domina la escena y generó efectos notables en el campo de materias primas agrícolas y energía.

La campaña electoral en Brasil ha sido intensa, Bolsonaro incluso asusta diciendo que va a impugnar los comicios por supuestas irregularidades.

Lula parecería con ventaja, pero la única encuesta que vale es la de las elecciones.

Lula, un verdadero animal político, fue perdedor serial en varias presidenciales. Finalmente se impuso en el 2002 con 61 % de los votos. El ciclo de commodities (materias primas) lo favoreció y desarrolló un proceso de crecimiento con equidad. La pobreza bajó fuerte durante su gestión, mejorando también la distribución del ingreso, aunque levemente.

Dilma Rousseff no logró los goles de su maestro. Con Lula Brasil creció al 4%, con Dilma, en promedio, se creció cero

Su heredera política, Dilma Rousseff, no logró los goles de su maestro. Con Lula, Brasil creció al 4 %, con Dilma, en promedio se creció cero y el Gobierno terminó muy complicado con episodios de corrupción que inculparon al mismo Lula que fue preso y no pudo competir cediendo la candidatura a Fernando Hadad.

Ganó las elecciones Bolsonaro, quien se presentó como el abanderado de la anticorrupción dispuesto a limpiar el sistema.

Su Gobierno afectado por pandemia tuvo el tradicional rebote de recuperación. No se creció mucho, la línea económica la viene llevando Paulo Guedes, economista egresado de la universidad de Chicago, ortodoxo fiscal que impulsó la independencia del Banco Central.

La inflación, salvo los tiempos recientes de contagio internacional, siguió baja después del éxito de Fernando Henrique Cardoso con el Plan Real a mediados de los 90. Guedes rescata en su análisis algunas privatizaciones de su gestión y el esfuerzo consistente por una política ortodoxa con aliento marcado al sector privado.

¿Qué es lo que ofrecen los candidatos, en esta crucial elección que puede volver a poner a Brasil en la senda del crecimiento, con equidad con mayor protagonismo de una industria que viene hace décadas declinando en términos relativos?

Brasil es un país católico pero el pentecostalismo ha crecido con vigor desde los 70

Por el lado de Bolsonaro vemos una derecha populista afín a Trump. Una admiración por los gobiernos militares, en especial el del golpe de 1964. Es un enfoque anticorrupción que se apoya en el credo evangelista, fuerte en su país. Brasil es un país católico pero el pentecostalismo ha crecido con vigor desde los 70.

Era este capitán un personaje oscuro en el Congreso que se supo posicionar como outsider del sistema, ahora buscando más electorado femenino. De ideas liberales en economía, muy duro con Argentina dada su orientación kirchnerista de izquierda. Bolsonaro se apoyó fuerte en los militares con mayor prestigio en Brasil que en otros países de la región

Lula ofrece relacionamiento internacional, sensibilidad popular, experiencia en programas sociales, éxitos como hacedor de política, proximidad con los temas de medio ambiente que se han maltratado aparentemente en la Amazonia en esta gestión de gobierno.

En cuanto a estadísticas del país, como dijimos, bajo crecimiento, la inflación hace casi 30 años en un dígito, desempleo cercano al 11 %, coeficiente de Gini elevado en 0,53, afín a la región más desigual del planeta, Latinoamérica.

Esta economía, cercana a los 10.000 dólares per cápita, está diversificada en agro, industria y servicios

La cuenta corriente de la Balanza de Pagos es negativa en forma estructural. Un nivel de deuda pública alto que iguala al producto, nivel de gasto público elevado por encima del 40 % respecto al PIB y exportaciones relativamente bajas, en 17 % respecto del producto. Esta economía, cercana a los 10.000 dólares per cápita, está diversificada en agro, industria y servicios.

En agro ha crecido aún más, mientras que la industria viene perdiendo protagonismo, la realidad de servicios es heterogénea. Las empresas de Brasil han salido poco al exterior, les falta inserción internacional.

Como conclusión, el país está ante un gran desafío, debe mejorar mucho la competitividad medida por el índice WEF, esto supone mejora institucional, reducir los niveles de corrupción, disminuir la inseguridad e impulsar la infraestructura.

El país del futuro, como aludía el famoso escritor y médico, Stefan Zweig, se prepara para las elecciones. Esperemos sea la locomotora de la región ya que por tamaño e historia le corresponde.

Esperemos que Lula no gaste prestigio en fomentar la triada Cuba-Nicaragua-Venezuela, que son la vergüenza de la región por su estilo autoritario y violatorio de derechos humanos

Las proyecciones de la elección son enormes, esperemos que Lula no gaste prestigio en fomentar la triada Cuba-Nicaragua-Venezuela, que son la vergüenza de la región por su estilo autoritario y violatorio de derechos humanos.

Esperemos que Lula pueda bajar la polarización existente en un país, por cierto muy dividido en términos de ingreso, educación y salud.

Para España puede haber oportunidades de inversión extranjera directa en muchos campos. Es una tradición esta inversión y se puede impulsar en la nueva gestión que parece va esta vez para el carismático político de origen sindical.

  • Eduardo Luis Fracchia es Doctor en Economía y dirección por el IESE. Director Área Economía IAE. Escuela de negocios de la Universidad Austral. Argentina
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