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Gabriel Boric

El presidente de Chile, Gabriel Boric, inaugura el Congreso Futuro, en Santiago de ChileEFE

El Debate en América

Inseguridad en Chile, crimen y castigo

El país no quiere parecerse a Argentina, Cuba, Nicaragua o Venezuela. El idealismo y el «progresismo» del gobierno es tan fuerte, que no les permite gobernar con racionalidad y responsabilidad

Mientras el gobierno de Gabriel Boric intenta acuerdos con los empresarios para conseguir apoyo a una nueva reforma tributaria, asesinan a otro carabinero en Chile.

La inmigración ilegal, que ha llevado a tener un 10 % de la población compuesta por extranjeros, principalmente provenientes de Venezuela, Haití, Perú y Colombia, es a todas luces la razón principal del aumento de los niveles de criminalidad.

El General Director de Carabineros de Chile, Ricardo Yañez, solicitó al congreso mayor velocidad para aprobar leyes anti delincuencia en trámite, las que permanecen dormidas. Por sus declaraciones, recibió un llamado de atención de la ministra del interior, por opinar sobre temas «ajenos a su rol».

También criticó al general de carabineros el director de Amnistía Internacional de Chile, organismo secuestrado por la izquierda dura y por anarquistas furiosos.

Simultáneamente, el gobierno solicita extrema urgencia para que se apruebe en el congreso la declaración del 9 de julio como «día de la visibilidad lésbica».

La reacción de rechazo de la oposición y de la mayoría de chilenos fue inmediata, toda vez que ese día se celebra en Chile el día del juramento a la bandera y se conmemora el combate de La Concepción, en el que 77 jóvenes chilenos murieron acribillados en la sierra peruana por un contingente enemigo numéricamente muy superior, negándose a rendirse y dando la vida por Chile.

Como siempre ha sucedido con el gobierno de Boric, han informado que cambiarán la fecha y le disminuirán la urgencia.

El sur de Chile continúa asediado por terroristas que han destruido escuelas públicas en la Araucanía y también equipos para faenas forestales. Santiago de Chile ya no es esa plácida y segura ciudad de antaño. Hoy la capital de Chile es de alto riesgo, especialmente en la periferia y en el centro de Santiago, cuya alcaldesa comunista otorgó numerosos permisos a comerciantes ilegales, los que capturaron el centro y ahora es imposible erradicarlos.

Lo que viene, es más de lo mismo: errores, disculpas y cambios de opinión

Lo que no admite dudas es que el gobierno del joven Boric ha sido incapaz de mantener el orden interno y permitir que los chilenos puedan vivir en paz.

Lo que viene, es más de lo mismo: errores, disculpas y cambios de opinión. No existe un plan, no hay estrategas, no hay visión de largo plazo. Cada día un nuevo error nubla los sueños de los chilenos y la esperanza se desvanece.

Chile no quiere parecerse a Argentina, Cuba, Nicaragua o Venezuela. El idealismo y el «progresismo» del gobierno es tan fuerte, que no les permite gobernar con racionalidad y responsabilidad. Mientras no se recupere la seguridad interna en el país, Chile no podrá alcanzar el desarrollo.

*Andrés Montero es columnista, autor y empresario chileno.

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